Hace unos días un amigo me paso un vídeo que se había publicado en Instagram en el que un novio hace su entrada en la Iglesia con los acordes del himno de su equipo de fútbol.
La verdad es que es un bonito detalle, pero innecesario para ese momento ya que hay que recordar a los novios que ellos, como ministros del sacramento del matrimonio, van a celebrar una alianza nupcial que, en el ámbito de la Iglesia, se desarrolla en una celebración litúrgica y, como sabemos, no vale todo para la celebración de un sacramento.
Hubiera sido preferible que cuando los novios hicieran su entrada en el banquete nupcial con familiares y amigos se hubiera tocado ese himno, pero no en la celebración litúrgica. Y es que, a veces, en vez de embellecer una celebración lo que hacemos es desnaturalizarla con gestos y palabras que no son adecuados para ese momento.
Una buena catequesis previa al matrimonio debe ayudar a valorar, también, la celebración litúrgica. Enseñando los signos y símbolos que hay en esa celebración.







