¿Vientres de alquiler?

Cambiar el mundo

La primera porque se usa o se vende el cuerpo de la mujer, eso siempre ha tenido un nombre, ya sea con fines sexuales o con fines aparentemente más loables, como es engendrar. El principio de libertad individual siempre hay que conjugarlo con los principios de integridad física e igualdad. Por favor respetemos a la mujer, aunque ella no se respete y se despiste en algunos momentos de su vida, sé que a muchas les urge ese dinero y que sus vidas distan mucho de ser fáciles, no se trata de juzgarlas, ni de demonizarlas, pero tampoco quiero justificar por omisión, su dignidad.

La segunda razón, es porque hay niños que necesitan ser adoptados. En España unas 800 parejas solicitan la paternidad subrogada, sin embargo hay 30.000 niños en desamparo. Es decir, en todo el mundo, nos encontramos con 132 millones de huérfanos, niños que no sólo precisan las necesidades básicas de la Pirámide de Maslow( alimento, vestido, cobijo y abrigo) sino que requieren protección, familia, amor, dignidad, sentirse personas. Seamos generosos, no queramos un niño que se parezca a nosotros, recién nacido, sino busquemos sencillamente ser “ padres”.

Ya sé que las leyes de adopción son tediosas y complicadas, pero no lo son por capricho, sino por defender los derechos del menor, por las grandes injusticias que se cometieron. Entonces, ahí es donde hay que actuar, en cambiar esas leyes y no generar otras que fomenten nuevas desigualdades.

Me preocupa dejarles a mis hijos, una sociedad cortoplascista, que facilita todos los deseos, dónde las leyes no sean justas, porque los políticos no busquen la justicia, sino contentar a la » horquilla de turno», necesaria para gobernar, que casualidad en Cataluña, están a favor de los vientres de alquiler ( hemeroteca, en el 2014, conferencia sobre los vientres de alquiler).

En conciencia y en justicia, hay que apostar por la “la familia, la mujer y el no nacido”.

 

Amelia Bueno

Especialista en Psicología Legal, Forense

 y Dcho. Matrimonial Canónico