Dónde está el fracaso

Cambiar el mundo

Fernando Gallego

Hace unos días, estando tomando café, con un buen amigo en una conocida cafetería le pregunté si había visto la película: Los Domingos. Me dijo que sí. Empezamos hablar de los personajes: el padre, la tía, Isabel…hasta que llegamos a la pregunta que le hace la tía a Isabel, la superiora del convento, ¿Hay algunas que abandonan?

Constatamos que en la Iglesia hay abandonos, pero ¿Son tantos como los matrimonios rotos? La realidad es que lo que falla hoy son la cantidad de matrimonios que se destruyen y no los sacerdotes o religiosas/os que abandonan.

Nos preguntamos el ¿Por qué? Y, ahondando en la película, percibimos que el tiempo y las pruebas de discernimiento para la vida religiosa son más estrictas que el simple expediente matrimonial al que se someten los novios antes de casarse.

Por eso nos preguntamos si no sería bueno que la Iglesia ayudara con más profundidad a discernir a los novios antes de contraer matrimonio; si no sería bueno un mayor acompañamiento espiritual.

No podemos olvidar que tanto el matrimonio como la vocación religiosa son relaciones que se apoyan en el amor y es el amor quien puede fracasar cuando no hay un verdadero y profundo discernimiento.