A los sacerdotes nos pasa de todo. El otro día me paró una mujer por la calle, salía de comprar en Mercadona, y me preguntó: Usted que piensa ¿Jesús es de derechas o de izquierdas?
¿Jesús es republicano o demócrata? ¿Peronista o del PRI? Solo falta que un día me pregunten si Jesús es del Madrid o del Atleti; del Sevilla o del Betis.
Como dijo el Papa Francisco, en el hogar de Jesús caben todos solo tienen que dejarse querer por Él: pueda lavar sus heridas, limpiar sus errores y pecados, vivir las bienaventuranzas.
Hay que dejar los discurso y preguntas vacías para vivir hechos y acontecimientos concretos: soy de Jesús porque le sigo desde su nacimiento hasta la Cruz y esto no son deseos bonitos sino obras concretas.







