Gimnasia intelectual

Cambiar el mundo

Jaime Nubiola

Me ha impactado el artículo de Clay Shirky «Los estudiantes lo odian. Las universidades lo necesitan. La única solución real a la crisis de copiar de la IA». [«Students Hate Them. Universities Need Them. The Only Real Solution to the A.I. Cheating Crisis»], publicado en The New York Times el 26 de agosto de 2025. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a este asunto de cómo iba a afectar ChatGPT a mi estilo docente y he decidido cambiarlo. Lo que este vicerrector de la Universidad de Nueva York viene a defender es el retorno a la universidad medieval, al menos en algunas asignaturas, sustituyendo la redacción de ensayos en casa —inventada en el siglo XVIII y XIX para poder llegar a un número mayor de estudiantes— por una relación más personal entre profesores y alumnos.

La experiencia de Shirky y de todos es que hasta los mejores alumnos emplean ahora ChatGPT u otras IA para hacer sus redacciones, ahorrándose por tanto el esfuerzo de pensar. Alexia Tefel me ha pasado un ensayo de Paul Graham en el que sostiene que en la sociedad preindustrial la población era fuerte porque hacía mucho trabajo físico. Solo recientemente las personas van a «machacarse» al gimnasio, porque su trabajo intelectual apenas requiere esfuerzo físico. Si ahora la IA elimina el esfuerzo intelectual, en el futuro serán muy pocos los que sepan pensar por cuenta propia: solo aquellos que se hayan ejercitado en el gimnasio intelectual.

Como mi curso en la Universitat Internacional de Catalunya se llama «Invitación a pensar» y mi idea básica era la de que se dedicaran a escribir para aprender a pensar, he decidido que a partir de ahora los alumnos escriban en la propia clase a mano y sin recurso al móvil, la tablet o el ordenador. Aspiro a convertir el aula en un taller de escritura, en un gimnasio en el que puedan ejercitar su pensamiento, escribiendo, leyendo sus textos en voz alta y dialogando sobre ellos con los demás.

Será todo un experimento de educación transformadora. Confío en que salga bien, que mis alumnos se atrevan a pensar con libertad sin necesidad de recurrir a la IA. Así cuando empleen las máquinas podrán llegar mucho más lejos que los demás, pues habrán cultivado la gimnasia básica de la inteligencia.

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* Jaime Nubiola es profesor emérito de Filosofía, Universidad de Navarra, España (jnubiola@unav.es).