Sé que Dios existe porque lo vi en la gente

Cambiar el mundo

Sin Autor

Y llegó el tan esperado Jubileo de la Juventud. Una semana en la que pude disfrutar de buena compañía, conocer nuevas personas y compartir la fe de manera multitudinaria.

Rincón a rincón, calle a calle y plaza a plaza, la fe estuvo presente en la ciudad eterna, esa que tanto ansiaba la llegada de una ola de jóvenes dispuestos a demostrar que la fe católica está más viva que nunca. Y que, del mismo modo, pretendía dar testimonio de una Iglesia abierta en la que todos tienen cabida y que no cierra las puertas a nadie.

Durante la audiencia del Papa León XIV, a primera hora de la mañana, se nos recordó la necesidad de que «no nos cansemos de cansarnos», a mi modo de ver, lo interpretaremos de ahora en adelante, como la virtud de evangelizar y aportar nuestro grano de arena dentro de esta Iglesia. Esa sería la misión que se nos encomienda, sobre todo a los jóvenes.

Como broche de oro, tuvo lugar una Eucaristía en la Plaza de San Pedro. Y es ahí, el momento en el que pude tener claro que Dios existe, porque lo vi en la gente, en cada paso, en cada gesto y en cada palabra.

Confío en que lo que movió a millones de personas a desplazarse durante estos días, siga vivo en sus corazones y se manifieste en su día a día. Y es que, lo complicado puede venir ahora, trasladar esta fuerza y mensaje de fe a los demás. Aunque estoy seguro que sabremos hacerlo. Porque fue Dios quién nos eligió a nosotros para ponernos en camino para dar fruto.

“Estamos llamados a compartir nuestra experiencia de fe con los demás, dando testimonio del amor de Cristo y convirtiéndonos en discípulos misioneros. No nos limitemos solo al conocimiento teórico: vivamos nuestra fe de modo concreto, experimentando el amor de Dios en nuestra vida cotidiana”. -Papa León XIV

José Alberto Suárez Torres