Espíritu peregrino

Cambiar el mundo

Sin Autor

Por María de Cea Oroz
@merydecea

“Recuerda que eres peregrino en esta vida viajando a casa”, esta frase de la Madre Teresa de Calcuta recuerda a los cristianos como nuestra vocación de servicio se resume en un camino constante de vivir siempre con actitud de mirar al prójimo y soltarnos de aquello que nos ata a lo banal.

Desde mi punto de vista, si por algo destaca la figura de María es por su entrega total a lo que el Padre le pidió en cada momento.

Tras aceptar el mensaje del ángel: “María se levantó y se puso en marcha”, justo antes de nacer Jesús, a lomos de un burro marchó a Belén para cumplir con lo mandado por el César, al enterarse de la persecución de Herodes, junto con José, se marchó a Egipto…

La vida de María fue un continuo peregrinar, una secuencia infinita de “Sí”, que solo fueron posibles por su predisposición a la entrega y su capacidad de tener el corazón vacío de todo aquello que pudiera impedir que el mensaje de Dios calara en ella.

Tal fue el amor de María por su hijo que anduvo con Él, el camino del calvario, donde nos fue entregada como Madre, para acompañarnos a cada uno en la peregrinación de nuestra vida, teniéndola siempre como ejemplo y guía.

Tal es la importancia de este rasgo de la vida de la Virgen que el Papa Francisco ha decidido que fuera el lema de la JMJ de Lisboa este verano.

Mamá en este mes de Mayo especialmente, ayúdanos a contagiarnos de tu espíritu peregrino, que sepamos vivir con el corazón lleno de lo que importa y vaciarlo de todo lo que nos impida amar hasta el extremo. Contagiamos tus ganas de servir, donde se nos necesite, sin miedo a desatarnos de aquello que no nos deja ser libres. Haz que sepamos volver la mirada a Ti cuando tengamos miedo de andar el camino que Dios nos pide, que tu ejemplo nos sirva de guía siempre.