¿Lo eres? ¿Por qué?  ¿Durante cuánto tiempo?.  Y ¿qué es para ti la alegría? ¿Qué implica que estés alegre?.

Demasiadas preguntas y poco tiempo para responderlas ¿no crees?, ¿no ves que en tu día a día corres más que las agujas de tu reloj? Ahora que lees esto párate, descansa, y piénsalo aunque sea un rato.

Para ser feliz es necesario, no digo tan solo importante, sino necesario, amar. Amarme a mi, amar al de al lado y por supuesto amar al amor de los amores, a Dios. No te has preguntado nunca ¿por qué este mundo no te llena? ¿Por qué aquello que parecía llamarse felicidad es momentánea y al día siguiente ya se ha esfumado? ¿Por qué tu corazón no descansa en paz, por qué no está lleno? Y contestará tu subconsciente, yo si soy feliz…ya,¿ siempre? O solo de lo que te llenan   las alegrías de ojalata?.

La alegría con mayúsculas es Jesús, y hasta que tu corazón no descanse en Él no serás feliz. Puedes empeñarte en negarlo, o en hacer oídos sordos , pero eso no le quitará veracidad a la frase, lo siento.

Hemos sido creados para amar y por amor, y solo amando estaremos plenos, puede sonar como una ñoñería, pero es algo muy serio.  ¿Acaso no mendigas amor cada día? Que te aprueben, que te quieran, que te cuiden, que te mimen, que se preocupen por ti, que te ayuden…. Sin amor nada somos y sin amor a ningún sitio llegaremos.

El amor es la base y el pilar de nuestra alegría y en definitiva de nuestra felicidad. Y esa alegría nace del trato íntimo con Dios, trato íntimo, no obligado, o por cumplimiento o a desgana, no. Porque no se puede amar a alguien que no se conoce, y no puedes amar a Jesucristo si ni siquiera Le dedicas un minuto de tu tiempo.

¿De que tienes miedo? ¿Por qué no le dejas entrar? Si bien sabes que Él va a ser motivo de tu alegría y va a ser el causante de que vivas una vida feliz. ¿De qué tienes miedo? De que te cambie el corazón? De que haga reformas en tu interior y te levante de esa vida cómoda? De que te exija poner la voluntad? ¿De que te cambie los planes?. El amor es una acto de voluntad, de querer querer, y lo sabes, pero tú sigues poniendo ese muro, nos han hablado muchas veces de Dios, de hacer oración , de ir a misa…. Pero sigue habiendo un muro, tu muro, no el Suyo.

Es mas sencillo de lo que parece, no te das cuenta de que Dios te quiere  tal y como eres, que te conoce mejor que tu mismo, y que ama hasta tus tontunas de niño pequeño.  Hasta que no quieras ponerte delante de Dios  y aceptar humildemente que quieres hacer su voluntad porque sabes con certeza que eso te hará feliz,  no esperes estar alegre ni ser feliz todos y cada uno de tus días, no lo esperes.

Aquí tienes las instrucciones, instrucciones para una vida llena y una felicidad asegurada. Ponte delante de Dios, quítate tus adornos, no los necesitas, y abre la puerta de tu corazón quita el candado y hazle pasar, lleva tiempo esperando sonriente a que le abras.

“ Para ser feliz  Él tiene que crecer en mí y yo menguar «.