Patricia Serrano nació y creció en un entorno totalmente ajeno a Dios y la Iglesia católica. Cuando era niña, vivió una fuerte experiencia. Se asustó y cerró las puertas a su dimensión espiritual. Pero ella sentía que su corazón anhelaba algo desconocido, y no sabía que Dios siempre se hace el encontradizo…
Testimonio a través de Mater Mundi







