«Ad Astra» – Hallar a Dios entre las estrellas

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“Ad Astra” (2019), dirigida por James Gray y protagonizada por Brad Pitt, cuenta la historia de Roy McBride, un astronauta marcado por la ausencia de su padre, quien años atrás emprendió una misión para buscar vida inteligente más allá del sistema solar. Aunque considerado un héroe, para Roy esa misión significó soledad y abandono.

Este viaje lo llevará hasta los confines de Neptuno, en busca de respuestas sobre el enigmático Proyecto Lima y sobre el vacío emocional dejado por su padre. Sin embargo, más allá de su apariencia de aventura espacial, “Ad Astra” es una profunda reflexión sobre la soledad, la búsqueda de sentido y reconciliación.

Con un ritmo pausado, una estética fascinante y un tono sumamente introspectivo, la película transforma la exploración del espacio exterior en un examen del alma humana.

La relación entre padre e hijo es el núcleo emocional de la historia. El sacrificio de su padre lo elevó al estatus de leyenda por su dedicación científica, aunque para Roy supuso la irreparable pérdida de una figura fundamental. Ese vacío lo empuja, sin que él lo note, a ser un espejo de su padre: un individuo incapaz de expresar sus emociones, centrado en el deber y la perfección.  Su disciplina es su refugio, pero igualmente su prisión. La búsqueda de su padre se convierte, de este modo, en un viaje interno hacia la comprensión, el perdón y la aceptación de la propia limitación humana.

Además de su trama familiar y científica, “Ad Astra” plantea una profunda reflexión espiritual. En su vasto viaje por el cosmos, Roy experimenta una soledad absoluta que lo confronta con el sentido de su existencia.

La película convierte ese silencio del espacio en una metáfora de la distancia interior del ser humano moderno: un hombre atrapado entre la exigencia del éxito y la necesidad de afecto. “Para alguien como yo, tener familia sería un lastre”, confiesa, sin advertir que esa mentalidad lo ha ido apartando de todo lo que realmente da sentido a la vida. Al priorizar el logro sobre el amor, el deber sobre el vínculo, termina perdiéndolo todo.

Sin embargo, en medio del vacío y la oscuridad, “Ad Astra” revela una verdad luminosa: la fe, la esperanza y el amor son las fuerzas que sostienen la existencia. El viaje de Roy deja de ser una misión científica para convertirse en una peregrinación interior, una búsqueda de redención y reconciliación. Comprende que no hay respuesta en las estrellas si antes no hay encuentro en el corazón; que el universo puede estar lleno de belleza, pero solo la presencia de Dios y de los demás llena el alma. Así, la película se erige como una invitación a mirar hacia dentro, a recuperar la fe perdida y a reconocer que incluso en la soledad más profunda hay una luz que nunca se apaga.

Durante la misión, Roy repite, casi sin darse cuenta, los errores de su padre. En su empeño por cumplir con su deber y “salvar la humanidad”, termina provocando la muerte de su tripulación, como si el eco de los pecados paternos lo alcanzara inevitablemente.

El enfrentamiento final entre ambos se convierte en un espejo doloroso: seguir la senda del aislamiento y la ambición puede transformarnos en aquello que tememos. Sin embargo, cuando su padre le confiesa que, tras décadas de búsqueda, no ha encontrado vida inteligente en el universo, Roy comprende una verdad esencial: lo verdaderamente valioso no está en las estrellas, sino en las relaciones que nos unen en la Tierra. Al reconocer este vacío, el hijo rompe el ciclo de soledad heredado del padre y regresa dispuesto a mirar a los demás con esperanza. Ha comprendido que la misión más grande no era descubrir nueva vida, sino aprender a vivir plenamente con los otros, guiado por el amor y la fe.

La verdadera recompensa de “Ad Astra” no está en la acción, sino en la belleza visual y la profundidad de su mensaje. En su silencio y vastedad, el espacio se convierte en un templo donde el hombre se enfrenta a su soledad, a sus límites y a la necesidad de reconciliarse con lo esencial.

Roy emprendió un viaje hacia las estrellas, pero terminó encontrando respuestas en el interior de su alma: descubre que no estamos llamados a conquistar el universo, sino a amar y ser amados, y que el sentido de la vida no se halla en los logros ni en las cimas alcanzadas. Al final, el auténtico viaje no es el que nos lleva lejos, sino el que nos devuelve a casa, a la fe y al amor.

Pepe Carcelén Ortega

Ficha técnica:
Título original: Ad Astra
Año: 2019
País: Estados Unidos
Dirección: James Gray
Reparto: Brad Pitt, Tommy Lee Jones, Ruth Negga, Liv Tyler, Donald Sutherland