Vivimos rodeados de filtros, likes y promesas de éxito. Pero Dilexi te nos recuerda algo esencial: la fragilidad también es bella. El Papa León dice que Dios no aparta la mirada de lo que duele. Al contrario: ama desde ahí.
La pobreza no es solo falta de dinero. Hay pobreza de sentido, de vínculos, de esperanza. Y todos la vivimos. Pero en esa debilidad, Dios se acerca. No para juzgar, sino para abrazar.
Los pobres no son solo ayudados. Nos evangelizan. Nos muestran lo que escondemos: nuestra vulnerabilidad. El anciano, el enfermo, el que sufre… nos recuerdan que no somos invencibles. Y eso nos humaniza.
Dilexi te es una invitación a mirar distinto:
A no huir del dolor.
A compartir lo que somos.
A amar sin cálculo.
A descubrir que la ternura salva.
Porque sí: el mundo es bueno. Pero solo si aprendemos a mirar con el corazón.
Juan Luis Selma







