La película Perfect Days fue dirigida en 2023 por Win Wenders, director de cine alemán. Muestra de forma muy genuina y bella la importancia de las cosas del día a día, de la rutina ordinaria, sin el carácter peyorativo que el término “rutina” adquiere muchas veces, en el sentido de monotonía o hábito aburrido. Se centra, en especial, en la importancia de valorar el trabajo independientemente del tipo que éste sea.
El protagonista es un limpiador de baños públicos en Tokio quien, al contrario de creer que tiene un trabajo miserable, lo toma como un reto diario que asume y se emplea con meticulosidad y buen hacer en su labor. Para él, lo importante es que hace su trabajo para que otras personas se sientan mejor, en su caso es que encuentren un baño público en perfectas condiciones de limpieza, y de ahí que lo haga de la mejor manera posible.
Hirayama, que es el nombre de nuestro protagonista, lleva una vida sencilla, apartado de todo lujo material, pero con una ventaja frente a quienes no pueden disfrutar de su trabajo. Él tiene tiempo para disfrutar de los árboles del parque mientras toma su almuerzo. Igual que disfruta de su música antigua mientras conduce su furgoneta camino del trabajo.
El mismo Wenders dijo, a cerca de la «repetición»: “La repetición, si la vives como tal, se convierte en víctima. Si logras vivirla en el momento, como si nunca la hubieras hecho, se convierte en algo completamente nuevo”. Y así es como se toma Hirayama su trabajo, no como rutina, si no como repetición a la que cada día tiene que superar, y de aquí que le genere intensidad. Tal es así, que llega a fabricar sus propios utensilios de limpieza. Pero siempre pensando en dar un bien a la sociedad.
El mensaje más bonito que creo que Wenders quiso dar al realizar esta película, siempre basándose en la forma de vida de los japoneses, es que estos, después de pasar una tragedia – maremotos como en Fukushima, terremotos o el COVID-, se vuelcan en trabajar por los demás. Ese espíritu es el que tiene Hirayama, es decir, a diferencia de nuestra cultura europea en la que cada vez impera más el individualismo y el ansia de medrar de forma personal, la cultura japonesa se rinde al bien común y eso lo personifica de forma magistral la figura de Hirayama: el sentido del bien común y la responsabilidad social.
Como he dicho antes, Hirayama vive sin ningún tipo de lujos, en el sentido material, porque tiene uno que lo puede arrebatar nadie: el tiempo. El tiempo lo disfruta en toda su amplitud y lo dedica a leer, hacer fotografías, cuidar de sus plantas, escuchar música, observar el entorno… Aprovecha cada minuto de su tiempo libre y de esta manera siente su vida plena. Le da una importancia vital a las cosas que le rodean y de las cuales se puede aprender siempre. Esto le hace sentirse totalmente libre y su libertad se extiende a su trabajo. No tiene impuesta ninguna obligación porque él se exige cada día para hacer mejor su limpieza de los baños públicos.
La película destaca por sus diálogos significativos y en muchas ocasiones introspectivos, de tal manera que invita a reflexionar sobre la belleza de la vida cotidiana. Está rodada con una aparente sencillez, que refleja la capacidad de Win Wenders para contar historias y dirigir actores. Es una ocasión para valorar más nuestras vidas sin las grandes pretensiones, que muchas veces, nos imponemos.
José Carlos Sacristán
Ficha técnica
Título original: Perfect Days
Año: 2023
País: Japón – Alemania
Dirección: Wim Wenders
Reparto: Kōji Yakusho, Tokio Emoto, Aoi Yamada, Yumi Asou, Sayuri Ishikawa, Tomokazu Miura, Min Tanaka, Morio Agata, Morooka Moro, Yoneko Matsukane