El conocido Dr. Aurelio Rojas, además de una gran cardiólogo, dedica parte de su tiempo a cuidar de nuestra salud en Instagram antes de que, como él dice, lo haga el cardiólogo de guardia.
Si embargo, ayer, de forma excepcional, quiso abrir su corazón mostrando su vulnerabilidad, su Fe con mayúsculas y su abandono en Dios.
Muchísimas gracias por compartir con nosotros su testimonio 👇🏻
Señor, estoy cansado. No lo niego ni lo oculto.
He cargado más de lo que podía y he intentado ser fuerte cuando lo único que debía era rendirme a Ti.
Cuando cuelgo la bata y el fonendo, llevo a mis espaldas las historias, las sonrisas y también las lágrimas de miles de personas. Nadie me contó eso cuando elegí estudiar medicina. Me hablaron de arterias, de fórmulas imposibles, de nombres de fármacos interminables… pero nunca me hablaron de lo que se siente al mirar a los ojos de alguien y compartir su esperanza o su dolor.
Ahí es donde descubrí la esencia del ser humano, Señor.
Ahí, entre la ciencia y el silencio, entre la impotencia y la fe.
Recuerdo la primera vez que lloré porque todo lo que había aprendido no era suficiente. Se clavó en mi corazón como un puñal de fuego que aún arde y me acompaña cada día. A veces me pregunto de dónde saco la fuerza para seguir… y entonces entiendo: no viene de mí. Viene de Ti.
Hoy dejo caer mis brazos para que seas Tú quien me levante. No quiero sostenerlo todo, quiero que Tú me sostengas. Reposo en Tu abrazo y apago mis pensamientos para escuchar el latido de Tu fidelidad.
Quita de mí el falso deber de tenerlo todo resuelto.
No me llamaste a ser omnipotente, me llamaste a confiar.
Hazme humilde para descansar, valiente para pausar y sabio para soltar. Porque sé que aun cuando yo duermo, Tú sigues obrando.
Tú no desprecias a quien viene quebrado, Tú sanas con ternura.
Aquí estoy, Señor, rindiéndome otra vez.
Soy inquebrantable, pero no por mis fuerzas… sino en Tu nombre.
Aurelio Rojas