Hay veces que parece que nos hemos olvidado de lo que es y cómo sonreír.
No nos damos cuenta o no somos conscientes de lo que podemos transmitir con nuestra sonrisa.
Es nuestra seña de identidad, es un acto de la humildad que llevamos dentro. Es demostrar a los demás que nos aceptamos a nosotros mismos y la paz que hay dentro de sí.
Los cristianos, los que tenemos fe, los que sentimos y sabemos que el Señor es el número 1 en nuestro corazón, la sonrisa la mostramos siempre, porque es lo que nos hace enseñar la fuerza y el poder que nos une a ÉL y a Nuestra Madre la Virgen María.
Sabemos que somos instrumentos para el Señor y la forma de hacérselo ver a una persona que necesite de algo de aliento, de que le digan, toma mi mano, es ofrecer Luz a través de nuestra alegría en la cara.
Porque como bien dice el dicho:
UNA SONRISA ES LA PRENDA MÁS BONITA QUE PUEDES LLEVAR.
MONTSERRAT RICOTE
