Desde bebé. Desde niño. Has sabido dejarte cuidar durante años. Durante muchos años. Pero estás creciendo. Y te das cuenta de que no siempre es fácil. No es fácil dejarse querer, dejarse amar. Las amigas, los amigos, te ofrecen la experiencia de otro tipo de cuidado. Y te dejas. Y comienzas a preguntarte cómo quererles. Bien y mejor. Entonces, recuerdas el amor de tus padres. Todo esto sin pensarlo. Salvo a veces. El cariño que has recibido en casa sale a flote como si te hubieras estado preparando toda tu vida para este momento. Cambias de lugar y sucede lo mismo. Te pasa en el colegio, con los profesores; en la universidad, con tu asesora; en el trabajo, con compañeros e incluso con tu jefe. Esa luz que irradias no sale de la nada. La nada no existe. Es la ternura de tu infancia que aflora porque nunca has dejado de cultivarla.
En este 4×09 de Tres Minutos Contigo hablamos sobre el cuidado de los demás y su importancia en la vida; también para nosotros, los jóvenes. Lo hacemos con Almudena Basallo. Ella tiene 25 años y es enfermera. Su testimonio no te dejará indiferente.