Oídos sordos

Catequesis

Sin Autor

Hola Jesús, en el Evangelio de hoy (Mt 11, 20-24) no te andas con rodeos y vas de frente, no das pie a la interpretación. Nos dices, que aquellos que conocen la dicha de tus obras y palabras, no se salvarán si no siguen tu plan.

Esta vez, no valen oídos sordos, no vale la tibieza de decir que en verdad no lo sabías, que no conocías que aquello que haces no agrada al Señor. Pues nos dices que ¡Ay de aquellos que han visto y oído de tus obras y no se han convertido, ellos experimentarán el fuego del infierno!

Pero, es que ¡cómo va a ser de otra forma! , si Tú has obrado y obras milagros todos los días, pero en ocasiones miramos a otro lado para no complicarnos la vida, esperamos a ver una señal clara y mientras, vivimos como si fueras un personaje más de nuestra vida.

Leemos la Biblia como si de una novela de ficción se tratase, pensando que está muy bien aquello que hiciste, pero que eran otros tiempos, que en su momento tuvo su sentido, pero que debemos adaptarnos a los tiempos que corren y que, en pleno siglo XXI Tu mensaje es otro.

Te pido Señor que sepa interpretar Tu Palabra Viva todos los días de mi vida. Que jamás desoiga lo que quieres decirme a través de tu Evangelio y que, como conocedor de la Verdad, no me aparte de ella.

Nos pides un plus a aquellos que te conocemos, a los que ya somos conscientes de que existe esa realidad que todos quieren que exista y además eres claro diciendo que, quienes ya te conocemos no nos salvaremos si hacemos oídos sordos.

Ojalá siempre siga adherido al bando de los locos que te siguen y sea testimonio de ello, llevando tu mensaje a aquellos que de verdad no te conocen, para que un día podamos decir que tus obras son conocidas allá donde vive un solo cristiano.

Jaime Martínez Velasco