Tiempo de reflexión y conversión espiritual

Cambiar el mundo, Cuaresma

Sin Autor

Por Ariane Fidalgo
@arianehillss

Cuando hablamos de Cuaresma es muy común que palabras como dolor, penitencia y sacrificio inunden nuestra mente, para mí la Cuaresma es un periodo de reflexión y de conversión espiritual. 40, 40 fueron los días del diluvio universal, 40 los días que Jesús paso en el desierto.

La Cuaresma es el periodo litúrgico que más me ayuda a cambiarme a mí misma. Es un momento, en el que me paro a echar la vista dentro de mi corazón y recapacito sobre todas mis acciones. Algunas buenas, otras no tan buenas, por las que pido perdón ya que me alejan de Dios sin darme cuenta.

La Iglesia Católica nos propone cambiar de vida, caminar hacia Jesucristo, tenerlo presente en todas nuestras acciones, orar y compartir con el prójimo.

En mi caso, me tomo estos días para orar. Una oración verdadera, escuchando y meditando su palabra de una manera profunda.

También ayuno en todas las dimensiones de la vida. Con esto me refiero a alejarme de todo lo que me mantiene atada y que me impide abrir mi corazón al amor que se me da.

Todo nos viene de Dios en forma de Don, somos nosotros los que nos tenemos que convertir en donadores de ese don y poner nuestra vida al servicio de los demás.