Esta es una de las mejores novelas de Deledda (1871-1936), ambientada como casi toda su obra en la Cerdeña natal.
Se suele adscribir a la autora en el verismo (la versión italiana del naturalismo) y en el decadentismo, pues nos narra un drama rural, con el trasfondo de una aristocracia que fenece ante los cambios que se producen en Italia desde la mitad del siglo XIX. Las descripciones de lugares y costumbres son excelentes y los personajes están bien perfilados, sobre todo Annese, la protagonista. Pero no se trata solo de una obra bien escrita y algo melancólica sobre el pasado de Cerdeña, porque plantea cuestiones siempre vivas, como el sufrimiento interior, el papel de la conciencia sobre nuestros actos, la duda, el miedo, el remordimiento, y, en este aspecto, son muy interesantes los diálogos entre Annese y el párroco del pueblo.
Novela clásica de notable calidad y bien editada.
Luis Ramoneda para Club del lector