El pensar en cómo vivo la Fe en mi vida me lleva a preguntarme directamente en, ¿quién es Jesús para mí? Para mi Jesús de forma muy resumida significa TODO, y si no es así solo puedo pedirle que lo sea.
Tengo la absoluta certeza de que, si Él no hubiera estado presente en mi vida desde el minuto 0 de mi creación, siendo o no consciente de que estaba ahí, no habría sido capaz de superar todas las dificultades que me han tocado vivir desde bien jovencilla. Esta claro que la cruz que nos toca vivir en ciertos momentos de nuestra vida no la llevamos solos, que Él está ahí dándonos fuerzas y cariño cuando más lo necesitamos y levantándonos de cada caída. Podemos pensar que el soportar ciertas cruces es lo peor que nos ha podido pasar, pero tengo que decir que todas las que yo he superado, siempre de su mano, me han convertido en la persona que soy ahora. Con mis mas y con mis menos, pero he llegado a donde siempre había querido, mejor dicho, al plan que Él me ha ido mostrando. Y le estoy super agradecida.
Cuando poco a poco fui superando las dificultades de unos años un poco duros, por fin llegué a la Universidad, pero se me junto con la necesidad de tener que trabajar mientras me sacaba la carrera. Al principio pensaba que no iba a poder, que tardaría mil años en terminar la carrera… luego profesores que tampoco confiaban en que podría… Por lo que no ha sido un camino fácil, he tenido momentos de no poder más, de estar muy muy cansada… pero en esos momentos era en los que me dejaba descansar en Jesús y así darme las fuerzas que necesitaba y recordarme el porque estaba ahí. Me ha enseñado así a valorar y aprovechar al máximo el tiempo y a disfrutar de cierta manera del esfuerzo de conseguir las cosas. Y es que es alucinante como va guiando tu vida, por ejemplo, cuando tienes dudas de donde hacer las prácticas, que máster estudiar… y Él de repente casi sin que te des cuenta dentro de tu agobio y tus dudas te muestra el camino que debes seguir y de forma mágica ves todo super fácil.
Esto es confiar plenamente en Él. La confianza que deposito en Jesús me lleva a la felicidad porque me hace poder vivir en paz, ya que confío en que mis problemas pasarán, que mis proyectos si están también en su voluntad se cumplirán… Confiar me lleva a amar y a sentirme muy amada, y el poder amar así a Jesús y a los demás me invita a servir. Y créeme que servir a los demás y hacerles la vida un poquito más fácil es ¡brutal! A mi es algo que me llena muchísimo y me acerca a ser un poco mas humilde. Y la humildad para mi es llegar a la meta como hija de Dios. Ojalá y cada día ser un poco más humildes y darlo todo, aunque sea poco.
La Fe también es libertad, me hace sentir libre. Libre en mi decisión de tener una vida cerca de Jesús y tener esa confianza tan plena hacia Él.
Y no se me puede olvidar la capacidad de perdonar que la Fe despierta en mí, creo que el PERDÓN engloba en mi vida a todo lo anterior. Ser capaz de perdonar, te hace capaz de amar, de servir, de ser feliz, de llevar tu Cruz, de ser humilde… y para ello hay que tener confianza y descanso en Jesús.
De verdad, que mola mucho el ir dándote cuenta de las cosas que día a día, en tu rutina, va haciendo Jesús y ves que no estás SOLO en ningún momento. Esta como un verdadero amigo, en las buenas y en las malas.
Pero eso sí, la Fe se vive de forma más plena y bonita cuando la vives con la que se convierte tu familia de la parroquia, y lo puedo decir con certeza porque he estado mucho tiempo viviéndola sola. Y también tengo la suerte de sentirme de la familia de Jóvenes Nazaret, unos jóvenes como otros cualquiera, cimentados por las hermanas ‘’Esclavas Carmelitas de la Sagrada Familia’’, quienes con todo su cariño y esfuerzo nos ayudan a tener una vida en comunidad, a tener una mejor vida cerca de Jesús y a que como jóvenes disfrutemos de la vida de la mejor forma. Por eso, siempre estaré super agradecida a Dios por tenerlos a todos ellos en mi vida.
Gracias Jesús por TODO.
Saray Alonso Hortelano
