Nos encontramos en un momento de la sociedad en el que contar como vives la Fe en tu día a día resulta como casi algo lejano, algo a lo que apenas eches cuenta o quizás, algo que incluso te quite tiempo…
Hace años mis padres decidieron por mí, pero hoy solo puedo darles las gracias por haber construido en mí «una persona de bien», como se suele decir.
Y decidieron por mí porque con seis años eres una niña y no eliges el colegio al que quieres ir, hoy por hoy agradezco aquel acierto, acierto en el que tuvieron que unir fuerzas para darme la mejor educación y no solo escolar, también en la de la Fe.
Fui creciendo y quise seguir el mismo camino que ellos habían venido enseñándome desde pequeña, y decidí querer ir a una Universidad con la misma formación en la que estudié publicidad y moda.
Muchos me preguntaban cómo es que existía esa carrera, o mejor, cómo es que quería estudiar aquello… «algo sin pies ni cabeza”.
Y ahora… puedo decir que se trató de una de las mejores elecciones de mi vida…
Puedo decir que dentro de este mundo, al que yo llamo “mi mundo” vivo la fe poniendo y dando el máximo de mí en cada uno de mis proyectos… fue tanto, que hoy con 26 años decidí entrar a formar mi propia empresa de comunicación junto a otro compañero, quién muchas veces me hace salir de ese mundo y ponerme los pies en la tierra, porque a veces no solo se trata de conseguir retos si no de dar pasos pequeños que te hagan mejorar el día a día.
Ese mundo del que tanto hablo, la moda, wedding planner, los eventos, la comunicación en general, es algo que aparenta ser muy bonito desde fuera, pero algo que quizás si analizas, le falten muchas cosas por pulir, y aquí me adentro…
Puede parecer un mundo quizás algo frívolo, algo en el que nada se aprecia, algo en el que solo importa la imagen o lo que aparentar…
Pero desde mi experiencia puedo deciros que no; que el motivo por el que Dios nos trae a cada uno de nosotros, es para que aportemos nuestro grano de arena a la sociedad, de una forma u otra pero siempre intentando alcanzar el bien común.
Tenemos cierta tendencia a juzgar las cosas como las vemos, pero lo que si que es cierto es que no debemos vivir afanados con lo que el mundo nos ofrece, si no buscar en las pequeñas cosas del día a día, ya sea en el mundo de la moda, los eventos, la comunicación, lo que Dios intenta enseñarnos en cada momento, y es así, como encontraremos el verdadero sentido por el que estamos aquí.
Trabaja duro, porque todo pasa, pero todo llega, aunque como dice mi padre, siempre con Fe.
Mercedes Carrión