Lucha por tus sueños. Álvaro Segovia

Experiencias, Testimonios

Hace unos días un familiar me preguntó ¿cómo supiste tú a qué querías dedicarte? Con 15 años sabía lo que quería, pero el por qué no lo tenía muy claro, era algo que salía de dentro.

A medida en que fui creciendo y madurando, sobre todo espiritualmente, se iba haciendo más claro el por qué de mi decisión de querer formarte de la defensa y protección del ciudadano. 

Muchos jóvenes no saben qué hacer porque no tienen acompañamiento que les ayude a saber lo que quieren. Es importante escuchar a los jóvenes y NUNCA frenarles en sus sueños porque nadie tiene derecho, sólo Dios tiene la última palabra.

Contar por aquí todo mi proceso de saber mi vocación profesional es largo por eso animo a los jóvenes con dudas o que no saben que hacer que me escriban porque estaré encantado de ayudar.

Cuanto más difícil pienses que es tu sueño, cuanto más pienses que no eres capaz de ello, más tienes que estar seguro que ese SÍ es tu sueño y el de Dios para ti, pero tienes que contar con la ayuda de Dios y dejarlo en sus manos. Un sueño difícil es la señal de que viene de Dios porque Él capacita a los que llama. Tienes que preguntarte cuanto lo deseas, luego esfuérzate y se valiente.

En mi caso, siempre que había un atentado me preguntaba ¿y quién protege a esas personas inocentes?, ¿quién protege a inocentes que mueren en poblados de África y otras partes del mundo por el hecho de ser cristianos, de su condición sexual etc?

Alguien tiene que enfrentarse con el mal, plantarle cara y frenarle y eso es lo que me impulsa cada día a seguir luchando por conseguir lo que quiero, por mi sueño. 

El mundo es en su mayoría gente pacífica que evita la violencia a toda costa. Son el rebaño. 

También hay lobos, gente que usa la violencia contra el rebaño. Pero hay otro grupo más, los que viven para proteger al rebaño y enfrentarse a los lobos, son los perros pastores y eso es lo que decidí ser, un perro pastor.

Si quieres cambiar el mundo y hacerlo cada día un poco mejor empieza por hacerte la cama, y así sucesivamente con las pequeñas cosas llegarás a grandes cosas que harán posible ese cambio. Deja en manos de Dios tus sueños y tendrás éxito.

Álvaro Segovia.