Mi Nombre es: Guadalupe Cristobal Flores, tengo 24 años, soy Católica, Misionera y soy de México. Vengo de una familia católica con 2 hermanos y con mis papás.
El error que tenemos al hacernos llamar católicos es que a veces no conocemos ese amor que Dios nos entrega porque Él nos conoce desde que estamos en el vientre de nuestra madre ¿Que cómo he vivido mi fe? Realmente mi vida no ha sido fácil, más bien he aprendido a vivir con fe, esa fe que a todos nos hace falta para conocernos y conocer realmente a Jesús; porque Jesús está vivo.
Reitero, he aprendido a vivir mi fe, esta fe que me ha enseñado a ser más fuerte.
He tenido tropiezos, me he equivocado con mi familia, pero esta fe me ha ayudado a darme cuenta que estuve mal y que con mis palabras hería a mi familia y también me hacía daño a mí misma. La Fe me hizo darme cuenta de todo lo que hacía yo cuando salía de casa sin decirles a mis papás realmente lo que hacía: ir a bares que eran antros donde había todos los vicios del mundo. Me enamoré de la persona equivocada.
Pero yo sabía en mi interior que no era yo porque no tenía el valor de platicar con mis papás.
Sin embargo lo que más me dolió no platicar con mis padres es que cuando yo tenía 5 años mis primos me violaron. Ahora lo puedo decir abiertamente y en público, no me da pena decirlo porque ahora he ido sanando poco a poco todas esas heridas y por no hablarlo todos esos años me hice daño y pude herir a mi familia buscando solución donde no lo había. Me llegué a sentir sola, estuve apunto de suicidarme muchas veces y lo intente.
Lloré mucho hasta que dije yo no puedo seguir así: quiero cambiar. Así que les dije a mis papás la verdad a los 22 años y ellos me apoyaron con mis hermanos. Tuve que tomar terapia psicológica y volví acercarme a Dios y a la Iglesia.
Pero lo que más me hizo cambiar fue asistir a misiones, retiros espirituales y retiros de sanación interior todo eso me enseñó a encontrarme conmigo misma, saber quién soy yo realmente me ayudó a sentirme segura de mi misma. En mi primer misión me confesé con fray Miguel al que me ayudó mucho a liberarme de todo a sacar ese dolor y platicar de todo lo que había vivido. Recuerdo que yo llevaba mucho rencor pero él me dijo que tenía que aprender a perdonar y lo más importante pedirle perdón a Dios. Lo que yo no quería era guardar más rencor y odio gracias a Dios.
Pude sanar en esa primera misión y con la confesión que tuve me di cuenta que era yo la que había fallado porque Dios nunca me dejó sola a pesar de todo, nunca me dejó sola más bien yo no supe tomar el control de mi vida y ahí me pude dar cuenta que Dios existe, que Dios vive y jamás me había dejado sola y entonces pude sentir el amor de Dios; en esa misión me entregué a Dios y pude sentir ese cambio en mi ser.
¿Hoy cómo vivo realmente mi fe? Pues sigo aprendiendo, acudo a las misiones y retiros; voy a Misa, rezo el Rosario y eso me ha ayudado a ser más humilde y a descubrir el amor al prójimo. Pero no sólo me ha ayudado a mí, sino también a mi familia porque ahora somos una familia más unida y más alegres ya que ahora en casa reina Dios y Paz. Me siento más tranquila porque conozco el amor de Dios y se que Él está conmigo aquí y María Santísima también…
Jóvenes, los invito acercarse más a Dios, a su iglesia, a sentir el amor de Dios, Él está vivo. Conozcan y vivan realmente la fe, ya verán qué hermoso es. Para que sientan esa paz asistan a Misa, lean la Biblia…si vieran lo importante que es rezar el Santo Rosario, se van a sentir bien. Asistan en sus comunidades, a las actividades de la Santa Iglesia Católica. Platiquen y hablen de Dios, que no les dé pena hablar de ese Jesús vivo; sé que a veces es difícil hablar de Él porque a la gente muchas veces no la podemos hacer entender pero en un momento de plática podemos ayudar a las personas y al hablar de Dios pueden, si quieren, cambiar.
Gracias Sr. Jesús porque Tú me has hecho fuerte y soy hija tuya, Padre mío.
Guadalupe Cristobal Flores