Si Dios pone un sueño en tu corazón, también pondrá las fuerzas para alcanzarlo.
Soy Jeylin Aguilera tengo 22 años pertenezco la parroquia San José Obrero, de la diócesis de Choluteca, Honduras. Actualmente animadora de Infancia Misionera. De igual manera soy parte de la Pastoral Juvenil, una PJotera de corazón.
La JMJ para mí, fue un sueño hecho realidad. Nunca había asistido a una JMJ, pues como la mayoría de los jóvenes, no tengo un trabajo, aun estudio y sólo cuento con el apoyo de mi Madre. Y para decir verdad en mis planes no estaba viajar a Panamá. Pues no contaba con los medios para hacerlo. Sin embargo ya era algo que estaba en los planes de Dios.
Todo inicia en marzo de 2018; cuando la Cruz Peregrina y el cuadro de Salos Populi Romani visita mi país, y para Gracia de Dios la primera diócesis en recibirlos era la mía… se pueden imaginar la gran emoción que me embargaba, era una emoción tan grande que ni el cansancio pudo detener, pues les recibimos un Sábado de Gloria, acabábamos de salir de una semana Santa llena de trabajo. Junto con los signos venían tres custodios que se encargaban de revisar en qué condiciones recibíamos los signos. Me hice amiga de ellos. Y recuerdo que cuando uno de ellos se despidió de mí me dijo:-Te espero en Panamá! Yo sólo incliné mi rostro y le dije -Yo no iré a la JMJ. Él me miró y me dijo, -Claro que irás. Ya verás. Ves esa Cruz, entrégale tu sueño, entrégale tu sueño a Dios y verás cómo lo hace realidad. Esa fue una pequeña chispa que se encendió en mí. Ya Dios había puesto ese sueño en mi corazón, pero que creen; habían muchas ganas de asistir a la JMJ, pero no tenia el dinero necesario.
Así pasaron algunos meses, las ganas crecían pero las posibilidades veía que se hacían menos, hasta que en una reunión con el consejo de pastoral juvenil de mi parroquia, con otra amiga PJotera, que también tenía deseos de ir, tocamos el tema de la JMJ y fue donde dos PJoteras se unieron a esta locura. ¡Ya eramos 4! 4 soñadoras. Comenzamos a trabajar arduamente, vendiendo camisetas en nuestra parroquia, vendimos pines, nos unimos a otros peregrinos y organizamos un festival. Luego como delegación organizamos un bingo. No todo fue color de rosa pues hubieron obstáculos que vencer. A mi aún me faltaba dinero para hacer algunos pagos, pero nunca perdí esa confianza en Dios, yo estaba segura de que Él estaba conmigo. Y Él me sorprendió de muchas maneras, colocó en mi camino personas que sin esperarlo me apoyaron económicamente y otras que con sus oraciones me fortalecieron. Llegar a un lugar desconocido donde no solo te abran la puerta de su casa si no que también la de su corazón. Pude sentir ese amor de Dios que abraza, lo pude sentir a través de toda esa gente mas que buena de Panamá, ellos hicieron de esta JMJ inolvidable. Conocer a miles de jóvenes, poder compartir con cientos de miles de jóvenes en donde el idioma no sea obstáculo y más aun donde el centro de todo sea Dios, sin duda es una locura.
De esas locuras que vienen de Dios. JMJ es alegría, amor, gozo, es reír incluso en los momentos mas cansados, es llorar pero de emoción, de felicidad, es sentir esa paz y esa fuerza que viene de Dios. No te diré que fue fácil; hubieron obstáculos, momentos de gran cansancio pero fue ahí en donde Dios se manifestaba aún más, porque cuando mis fuerzas se terminaban comenzaban a actuar las de mi Dios. En esta JMJ viví grandes experiencias que no sé ni como resumirlas.
Solo te diré que si alguien me hubiese dicho que estaría en una JMJ, que vería al Papa Francisco tan de cerca, que estaría en primera fila en una hora Santa con el Papa, yo le habría dicho – Están locos, eso es imposible- pero para Dios no existen imposibles y tiene grandes planes para nosotros. Dios premia a sus pequeños siervos. Por Gracia de Dios a Honduras le tocó participar en la primera estación y estuvo a cargo de mi diócesis. Y por alguna razón, que solo Dios sabé, fui elegida para leer en la primera estación en la JMJ. ¿Te puedes imaginar la gran emoción que sentí al enterarme de eso? Me parecía algo irreal, pues me considero pequeña e indigna. Sin embargo Dios me bendijo , me mostró que para Él no hay imposible y que debo luchar por grandes ideales. Poder leer para miles de jóvenes, para el mundo ¿Una locura? Cierto De esas locuras que sólo Dios nos permite vivir. En mi vida imagine estar tan cerca del Papa.
En esta JMJ le pude ver en varias ocasiones, 4 para ser exacta. Pero fue en el Via Crucis donde lo pude tener a sólo unos pasos, pude sentir esa paz que el sucesor de Pedro transmite; mis lagrimas rodaron al verme en ese lugar, al ver hasta donde me había llevado Dios. Miraba la Cruz que estaba frente a mí y decía en mi interior -Tú tan grande y yo pequeña y te fijas en mí, cómo no te voy a adorar. Esto es un poco de todo lo que Dios me permitió vivir en esta JMJ.
Y se preguntaran ¿Que pasó después de la JMJ? No sólo es llenarse y renovar fuerzas en una JMJ y todo termine al terminar la misma. No, se trata de traer esa alegría a tu país, a tu diócesis, a tu pastoral, se trata de compartir tu experiencia en tu parroquia con tus jóvenes. Y seguir trabajando en la viña del Señor, con fuerzas renovadas, con nuevas ideas y con la alegría de servir. Que todos vean en ti la alegría de amar y servir a Dios. Y a ejemplo de María ser influencers del Evangelio.
Jeylin Aguilera