Albúm con recuerdos de grandes amigos

Catequesis

Viernes Santo. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.” Jesús de Nazareth. Evangelio según san Juan 15, 12

En verdad tener amigos en los que poder confiar totalmente es un tesoro inmenso que llena el corazón humano. Te comparto unas fotos que bien podrían ser de cualquier joven que haya conocido la amistad sana y auténtica, en el que el amigo incondicional le quiere bien y desea que se aproxime más y más a su mejor versión. Este post trae adjunto el audio de una entrevista simulada, esta sería lo que podría contar un joven cualquiera que sabe en primera persona lo que es compartir cada momento de la vida con ese colega, compañero de aventuras con el que hablar y te aguanta cuando ni tú mismo puedes contigo mismo, te ríes… en fin. Escúchalo, mira las fotos y luego vamos a las conclusiones.

 

 

Ciertamente el amor de Jesús es inmenso, debemos recordar que es un amor personal por cada uno, nos conoce y ama como somos. Hoy que celebramos su entrega total muriendo en la cruz por nosotros, queremos tener en cuenta que la Semana Santa y en especial hoy no son días para el turismo, probar los más suculentos platos de la gastronomía local o internacional o quedarme solo con lo bonitas que son las procesiones e imágenes de Jesús y la Virgen de las cofradías; si algo tan grande lo reducimos a folclore, tradiciones sin más, salir de la actividad habitual; Jesús derrama su preciosísima sangre por ti y por mí y no te has enterado de nada, has pasado esta Semana de Pasión despistado sin acompañar a Jesús realmente en sus momentos más duros, porque El, es el mejor de todos los amigos, El está contigo incluso cuando tu mejor amigo no puede estar, es más, más dentro de ti, de lo que cualquier persona pueda lograr, ve cada rincón de tu alma y te entiende.

Te propongo un reto de amor. De hoy hasta el Domingo de Resurrección medita la Pasión de Jesús, dále las gracias a Cristo y ofrécele cada uno de estos días una obra buena que tengas con las personas que convives. Por último, pídele a Dios Padre, levantarte de cada caída una vez más de las veces que falles y parecerte así en su amor.

“Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado” Evangelio según san Juan 15, 12