Hace unos días fue le besamanos de la Virgen del Rocio de la Hermandad de Albacete.
Y allí se dirigió Cristina, que ha estado muy enferma, para poder besar y conocer a la Virgen. La gran peculiaridad es que Cristina es que no puede ver pero con sus manos puede acariciar al Niño y abrazar a la Señora.