“Donde está tu tesoro allí está tu corazón”

Experiencias, Testimonios

Hoy, Alberto, tras la JMJ nos comparte su testimonio: «en Cracovia, en la JMJ, he vuelto a sentir la fuerza del Señor, su presencia y su camino. Este es mi testimonio, por si os sirve.»
La compasión debe guiar nuestra vida, debemos aprender a perdonar, a llenar nuestro corazón de misericordia. La Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia ha sido un verdadero y auténtico encuentro con Jesucristo. Ha sido un sueño que Dios puso en mi corazón; nuestra vida, nuestra manera de vivir nuestra fe han cambiado son nuevas y distintas porque el Señor ha salido a nuestro encuentro, junto con la fuerza del Espíritu a través de las palabras del Papa Francisco: “Que con nuestro testimonio de vida seamos capaces de cambiar y dejar huella en la historia de los demás”… Fue un gozo compartir esta dicha con la Pastoral Juvenil.
Sentir el rostro de Dios esos días grandes de inmenso gozo se palpaba en la alegría y en la verdadera felicidad, fruto de la amistad con Jesucristo. Estad alegres en el Señor, la tristeza no es signo de nuestra espiritualidad Cristo es la alegría del mundo.
 “Siempre se ve contenta a la persona que ama a Dios”. Gracias a los sacerdotes, personas consagradas y seminaristas por su testimonio y acompañamiento espiritual, estoy plenamente convencido de que Dios te regala personas con las que no solo disfrutas la vida, sino que, además, te ayudan a ser mejor persona.
Santa Bernardita decía que en el Cielo no hay envidias, y cuánta razón esos días en Polonia hemos sentido el gran regalo del Señor a través de las familias que nos acogieron en Breslavia y Bochnia, donde sobre todo hemos aprendido a ser más de Cristo.
«En la cruz está la vida y el consuelo y ella sola es el camino para el cielo» Santa Teresa de Jesús.
Señor, te seguiré a donde me lleves sin adelantarme, sin forzar el paso. Iré donde no sé, puesto el corazón en ti, te seguiré… Nuestra misión es trasmitir la huella de la Esperanza, la de seguir a Cristo.

¡No podemos pasar por el mundo sin dejar huella, debemos estar dispuestos a soñar!
Alberto Diago Santos
Sevilla