P. MENDIZÁBAL
Él nos ha llevado a la esencia del cristianismo: la persona de Jesucristo glorioso vivo y de corazón palpitante, desde su abierta interioridad herida por el pecado, por la falta de correspondencia al ofrecimiento de su amor, que nos llama a asociarnos a él en su obra redentora y reparadora. Parece mentira, pero en pocas líneas se resume todo… Las obras del P. Mendizábal son tesoro de sabiduría espiritual. Rezuman una sabia guía que lleva al lector a la oración y al conocimiento interno de Cristo, tan esencial en la espiritualidad de su padre san Ignacio.» Pablo Cervera
«Tú, Señor, clavado en la cruz
quisiste ser atravesado por la lanza
para que tu Corazón,
sagrario de la divina generosidad,
derramara sobre nosotros
torrentes de misericordia y de gracia…
y para que ese Corazón,
que nunca cesó de amarnos,
quedara siempre abierto
como lugar de descanso
para los que te aman
y como refugio de los pecadores.
Hoy vengo a beber de esos torrentes…
buscando en tu Corazón:
descanso, porque te amo
y refugio, porque soy pecador.
¡Corazón de Jesús, en Ti confío!»
— Luis María Mendizábal, s.i.