Vaya dos. ¿o uno? O mejor dicho, ¡Uno! Para toda la vida, así sin más. Para toda la Eternidad. Para eso nacieron, se casaron y se eligen cada día. Para la Eternidad. Se están preparando juntos. Son amigos. Se entienden, aunque no siempre. Ella podría ser menos cabezota y él podría estar más tiempo en casa. Pero no, no serían ellos. No quieren cambiarse. Se quieren así. “Yo, a Charo, la quiero mucho más ahora”. ¡Hala! Con tus defectos te quiero más. Porque te quiero a ti. Todos nacemos para escuchar esto. Sólo cuando lo escuchamos sabemos que nuestra vida tiene sentido.
Nacemos para ser amados. Nacemos para que venga de trabajar cansado y tenga preparada una buena cena. Nacemos para que, a pesar de que quiero ver una peli romántica, te diga que me parece genial que veamos una “de tiros”, porque a ti te gusta. Nacemos para que cada evento especial, me regales rosas blancas, como aquel 7 de julio. Nacemos para que vengas a esquiar conmigo, aunque seas la persona más friolera del mundo. Nacemos para que me des la razón, aunque creas tenerla tú, porque me quieres más que a tu orgullo.
Nacemos para que te rías de mí cuando estoy cansada. Nacemos para que te hayas acordado de comprarme las peras de agua y las galletas de chocolate que me gustan para cenar. Nacemos para que me acompañes al Bernabéu aunque sea a un partido de quinta regional. Nacemos para que me lleves a comer el día de nuestro aniversario. Nacemos para que escuche: “mi churri” cuando llevamos unos cuantos años casados.
Nacemos para que cuando esté bailando cual pato y esté cantando de pena, te rías de mí. Nacemos para que lo pasé mal cada vez que viajas. Nacemos para que me digas que soy un manazas, pero sepas que me esfuerzo. Nacemos para que no hayas tirado la puerta del baño, a pesar de que lleve horas leyendo. Nacemos para que cortes el tomate en rodajas, los fines de semana, porque me gusta más así.
Nacemos para que te asombres con mis cuadros, las ideas para que los niños disfruten o con mi destreza para las manualidades. Nacemos para que me mires así cuando voy guapa. Nacemos para perdonarnos y pedir perdón. Nacemos para querernos como somos. Nacemos para querernos cuando nos cueste. Nacemos para hablar de lo que nos ha dolido. Nacemos para aconsejarnos.
Nacemos para agradecernos. Nacemos para escucharnos. Nacemos para dar fruto. Nacemos para querernos y dejarnos querer. Hace 49 años, mis padres nacieron para amar y dejarse amar. Hoy celebramos que hace 22 años se fiasen y se eligiesen para vivir juntos una Eternidad feliz.
Nacemos para verles quererse así y no dejar de darLe gracias. Hoy especialmente.
Teresa García de Santos