“Vive cómo quieras”: una mirada chestertoniana sobre la casa y lo doméstico

Cambiar el mundo, Libros

Sin Autor

Chesterton fue un escritor impresionantemente prolífico que abordó en sus textos desde temas “serios” a otros que podríamos tomar como insustanciales sacándoles un inesperado jugo. Siempre de actualidad, sus obras son un tesoro, una mirada que te deja reflexionando asombrada por su impresionante genio. En el caso del hogar y lo doméstico, Chesterton es divertidísimo, desafiante en muchas de sus opiniones y, también, en sus simples observaciones. ¿Un resumen posible? Es difícil y tendrá que ser aquí a modo de inventario, tres pinceladas rápidas como si fuera un cuadro impresionista al que conviene mirar de lejos… seguido de una reflexión sobre cómo podemos “aplicarnos” las máximas chestertonianas en pleno siglo XXI.

1. “El color de cada casa”: un gran hallazgo de Chesterton. Con esta expresión quería decir que cada casa es diferente y tiene un color propio (unos hábitos, costumbres, estilo, lo que sea) producto de la mezcla de hombre y mujer… donde el color de la mujer tiene un poquito más de fuerza -ya he dicho que Chesterton fue un gran observador-. Respetar ese color propio es fundamental para quienes “vemos” desde fuera lo que allí sucede.

Este tema es especialmente importante cuando se es … suegra o madre, también cuando se es amiga: no juzgues, no valores, respeta. ¿Comen a las 3 y de cualquier manera? Tranquila, es su casa… no la tuya, no te metas. Cada casa “generará” sus propias tradiciones y lo que menos necesitan a menudo es tu opinión… Ver siguiente punto si se duda en este tema.

2. “El matrimonio es un equilibrio salvaje”: Chesterton no era español, ni “latino”, ni mediterráneo… y lo vio clarísimamente. Es decir, que jugamos siempre con un hombre educado de tal o cual manera, que se casa con una mujer que ha sido educada de esa otra manera, cada uno con sus cositas que ya traen de la casa de sus padres respectivamente. De su vida. De su trayectoria personal. Etcétera. Así que el “ten con ten”, la fascinación inicial a la que sigue la exasperación por las diferencias sexuales y otras anejas (educativas, familiares, etc.) pueden hacer aquello interesante… y un campo de batalla. Aceptar esto, reírse de ello, llevarlo como mejor se pueda (¿cómo es posible que no vea esa mancha?, ¿cómo es posible que no vea que la basura está ya llena y hay que bajarla YA?) es parte de la sabiduría que Chesterton nos enseña.

Nota adjunta: si a esta diferencia y tensión… añadimos alguien “de fuera” opinando, la cosa se complica considerablemente (leer 1 de nuevo)

3. “El hogar es más grande por dentro que por fuera”: esta paradoja, que Chesterton expresa, tiene mucha más enjundia de lo que pueda parecer. La verdad es que la realidad es paradójica siempre, es decir, hay un significado profundo “contrario” aparentemente a lo que, precisamente, muestra. Esto da lugar a la poesía y a otras muchas cosas interesantes de esta vida, pero, sobre todo, dota a nuestra mirada de más profundidad y… realidad. En el caso del hogar esto lo sabían nuestros antepasados sin tener ni idea de lógica (la paradoja es una figura de la lógica) ni tener estudios en muchos casos. Porque llegó la cosa de medir todo y comparar las churras con las merinas. Y el resultado ha sido -Chesterton de nuevo- que se prefiere (preferimos) “lo de fuera” (carrera corporativa ascendente, reputación -en definitiva, lo que ven y opinan de ti/tu familia/lo que sea… los de fuera-, llámelo Vd. zeta) a lo que uno ve y sobre todo lo que es/somos. Y hace/mos realmente.

Si Vd., lector, quiere acudir a las fuentes originales, todo esto está en “Historia de la familia”, un buen compendio de los mejores textos de G. K. Chesterton sobre la familia y el hogar que ha realizado Dale Ahlquist, uno de los mejores expertos sobre Chesterton, y que ha publicado en España Ediciones Rialp (traducido por la señora que firma esto).

Y si quiere los comentarios, un análisis bienintencionado y personal, poner en relación cómo vivió Chesterton de niño, joven y adulto, qué papel tuvo su familia de origen… y la que él formó luego con Frances Blogg en lo que escribió sobre la familia, el hogar y eso (aviso: una cosa es leer a Chesterton y otra casarse con él), a lo mejor le interesa un librito que se titula “En casa. Una aproximación a las ideas sobre el hogar y lo doméstico de G.K. Chesterton” que ha publicado CEU Ediciones. En él la conclusión más importante es casi esa que da título a este texto y conecta con la maravillosa película de Capra, “Vive como quieras”. Porque eso es también Chesterton, un tipo ácrata como buen conservador (de verdad, no los de “museo de cera”) que se precie.

Aurora Pimentel Igea