La Divina Misericordia en mi alma (II)

Amor, Catequesis

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*Como advertencia previa, estos artículos breves tienen como finalidad el acercar a las almas a la Divina Misericordia; por la gran extensión del Diario de Santa Fausitina Kowalska es muy probable que lo sea aún más el comentario de sus páginas. Si este formato ayuda a quien lo lea, el tiempo y el esfuerzo serán provechosos para todos.

En esta segunda parte son cuatro los ejes que determinan el contenido:
• Importancia de la obediencia
• Amor a la Patria
• Importancia de la dirección espiritual

1. Importancia de la obediencia

A toro pasado, contemplamos este detalle en la Santa, porque por orden de su confesor, el beato Michal Sopoćko, nos llegan las páginas de su diario. El padre Sopoćko, consciente de la misión que Dios había encomendado a Santa Faustina, le ordena recoger por escrito todo lo que acontece en su alma.

A lo largo de su diario, son muchas las ocasiones alude directa o indirectamente a la obediencia como vía necesaria para la santificación. En una de ellas, Jesús le pide a Sor Faustina que solicite permiso a la Superiora para poder llevar como penitencia un cilicio; a pesar del reparo que genera en la santa esta petición, venciéndose a sí misma, cumple con el encargo del Señor, obteniendo como respuesta la negativa de la Madre. Desconcertada Sor Faustina, “reprende” a Jesús por esta aparente incoherencia. “Estuve aquí durante la conversación con la Superiora y sé todo. No exijo tus mortificaciones, sino la obediencia. Con ella, me das una gran gloria y adquieres méritos para ti”.

El mensaje es claro y actual en unos tiempos en que la obediencia es algo tan denostado y una supuesta rebeldía se aplaude como elemento distintivo del carácter de los individuos. Se confunde el servilismo con la obediencia, olvidando que el primer desobediente al plan divino fue Luzbel. Podemos incluir matices, pero en este caso, la situación no deja lugar a dudas.

Los mayores decían “obedece y nunca te equivocarás” y otra Santa incomprendida en su tiempo como Bernardita Soubirous, sigue el mismo ejemplo cuando Nuestra Señora le dice que vaya a beber y a lavarse la cara a una fuente inexistente. A pesar de las mofas y befas de los allí presentes, obedece y escarba donde la Virgen le indica. Milagrosamente, el agua comienza a brotar ante el asombro de todos, provocando un murmullo de admiración e incredulidad.

2. Amor a la Patria

En varias ocasiones, Jesús encarga explícitamente a Sor Faustina que rece por su patria, Polonia. Como hiciera Abraham, ante la amenaza del castigo de Dios sobre una ciudad polaca, Sor Faustina ruega e implora para evitar la ira divina. Sus oraciones y sacrificios conmueven al Señor que no solo no consuma la amenaza si no que bendice al país entero.

Como Santo Tomás de Aquino escribiera en la Suma Teológica muchos años antes, “el hombre está obligado por naturaleza a honrar a Dios, a sus padres y a la patria”, Sor Faustina cumple con esta encomienda a través de la oración y el sacrificio como purificación por su amada Polonia.

3. La dirección espiritual

Podríamos decir que Sor Faustina revela la importancia de la dirección espiritual a lo largo de todo el Diario, pero es el mismo Jesús el que en muchas ocasiones le ordena dicho seguimiento, haciendo prevalecer las orientaciones y admoniciones de los sacerdotes con los que se confiesa y dirige. Ella misma reconoce que “si hubiera podido disponer de director espiritual desde el principio, no hubiera malgastado tantas gracias. El confesor puede ayudar mucho al alma, pero también puede destruir mucho”.

Muchas veces hemos de rezar con fe la jaculatoria “¡Señor, danos sacerdotes santos!”. La vida de Santa Faustina es una prueba fehaciente de la relevancia de la dirección espiritual. Quizá, sin una orientación clara y adecuada, su alma no habría estado tan estrechamente unida a Dios y es el mismo Dios quien la exhorta a ponerse en las manos de sus sacerdotes. Tenemos una gran responsabilidad con nuestros sacerdotes: no solo debemos cuidarlos, si no rezar y sacrificarnos por ellos, puesto que de su ministerio depende la salvación de innumerables almas.

De esta manera, con la misma confianza y determinación que Santa Faustina, busquemos esa vida de piedad y unión con Dios, a través de la obediencia y el seguimiento de la dirección espiritual, ofreciendo nuestros pequeños o grandes sacrificios por la santidad de nuestros sacerdotes.

Francisco Javier Domínguez

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