A nadie le gusta hacer la voluntad de otro. Y, sin embargo, la oración que Jesús dirige al Padre es «hágase tu voluntad». La voluntad que tenía que hacer Jesús era la de otra Persona. Y Él pedía hacer algo que le costaba.
Puede parecer que Dios es un poco egoísta al pedirnos que digamos eso. Pero no tiene que ver nada con el egoísmo sino con su amor de Padre. Significa que Dios tiene un plan para que cada uno de sus hijos sea feliz, pero no quiere obligarnos a cumplirlo, sino que quiere que se lo pidamos.