Desde julio de 2016, el Monasterio de Valdediós es habitado por una comunidad de Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús que han devuelto a la vida el complejo, que fue deshabitado en 2014, según leemos en El Comercio.
Se trata de un conjunto arquitectónico asturiano, en el concejo de Villaviciosa, que es una maravilla. Desde que se instalaron las Carmelitas han ido creciendo con nuevas vocaciones. Las últimas han sido las hermanas María Eugenia, Mónica y Ancila que tomaron el hábito hace unos días acompañadas de sus familiares y numerosos vecinos de la zona en una ceremonia muy emotiva.
Esposas de Cristo, Hijas de la Iglesia e Hijas de Santa Teresa, viven intensamente la espiritualidad del Corazón de Jesucristo, la Adoración de la Eucaristía en Comunidad y dan testimonio de vida.
Enhorabuena a la Congregación de las Carmelitas Samaritanas y gracias por su respuesta generosa a la llamada de Dios.
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