Entrevista a Rosa Pich, madre de 18 hijos

Entrevistas, Experiencias

Rosa Pich-Aguilera es una persona entrañable, alegre, cariñosa…muy cercana. Procede de una familia de 16 hermanos y su marido, Chema, de otra de 14. Entre los dos han formado una gran familia con 18 hijos, 3 de los cuales ya están en el cielo. Chema, su marido, también se fue al cielo el pasado 6 de marzo y, como ella dice, ahora los cuida desde el allí.

Se define a sí misma  como una persona con fe, optimista, feliz, enamorada de mi familia, amiga de sus amigas. Y se ha atrevido a escribir un libro titulado “Cómo ser feliz con uno, dos, tres… hijos?” que está siendo todo un éxito.

En primer lugar, ¿Cómo estás después de todo lo que has pasado y tu situación actual? Hemos sabido que por estas fechas operaban a una hija tuya ¿La han operado ya?

Hace  apenas 7 meses que mi marido se ha ido al cielo, ¿has llorado? Mucho, pero la vida continua y mis hijos se merecen una infancia feliz. La vida es lucha y hemos sido creados para ser felices aquí en la tierra, a pesar de los problemas, del día a día. Hay que mirar hacia delante con optimismo. No entiendes el por qué, ni puedes preguntar por qué después de  llevase a dos hijos en los primeros años del matrimonio, hace 5 años se llevó a mi hija mayor con 22 años, y ahora se ha querido llevar a mi marido con 56 años, en la mitad de su vida, y la gente dice -“Rosa, pobre, tú viuda con 15 hijos” y tú puedes pensar –“Rosa qué suerte con tus 15 hijos”.

¿Qué te da fuerza para seguir avanzando y levantarte cada día comiéndote el mundo, tal y como nos transmites en RRSS? ¿Cómo afrontas cada día las dificultades, el dolor?

La gente quiere saber cuál es tu secreto y te pregunta si te chutas en vena, tomas alguna pastilla, yo quiero ser como tú… La persona es cuerpo y espíritu y por eso doy gracias a Dios de tener esta fe, una fe vivida, y es lo único que ha soportado a mí a mis hijos. Aunque humanamente dices –“¿Señor qué nos has hecho?” Porque no nos podemos preguntar el por qué, hemos de seguir adelante. Y –“¿dónde cojo la fuerza? Cada día voy a Misa de 8:00, me quedo rezando en el Santísimo y la  pido al Señor que me ayude, y pienso en aquel email que tengo que poner en el trabajo, me viene a la cabeza cada uno de mis hijos nominalmente, ver qué es lo que puedo exigirles o hablar, mis ONGs, y en ese momento a solas con el Señor, aunque a veces se me salta alguna lágrima, le digo: “Señor no me dejes cógeme de la mano, no me dejes”.

Hemos visto que habéis hecho todos el Camino de Santiago. ¿Cómo consigues tener a una familia tan numerosa unida?

Cuando pasas unas dificultades, en las familias numerosas las alegrías se multiplican y las tristezas se comparten. Hemos visto la necesidad de, todos juntos, una piña, cada uno ha dejado todas sus cosas y han visto –“¿mamá quiere esto?, vamos a estar al lado de mamá”, y ha sido una suerte, el móvil prácticamente no existía, no había tele y estábamos nosotros con nosotros mismos y la naturaleza, la belleza y la naturaleza te lleva a Dios. Por las mañanas madrugábamos, nos poníamos a andar, rezábamos un Rosario al momento de salir, andábamos de 4 a 6 horas diarias, con un niño, que el más pequeño tenía 7 años, 8, 9,10,11 y así hasta el mayor que tienes 24 años. ¡Ha sido una experiencia tan bonita!. Al mediodía llegábamos al albergue, dejábamos nuestros trastos, nos encanta la playa, y nos entusiasmaba ir a la playa por la tarde. Esas playas tan bonitas que tiene el norte de España, impresionante. Andábamos, comíamos rápido, a veces, nos tirábamos 2 horas agotados en la playa, durmiendo, nos dábamos un chapuzón y nos arreglábamos para ir a Misa. Está claro que la Misa es libre, pero sabían que a mamá le hacía ilusión que fuéramos todos juntos y venían todos a Misa. Un momento de unión de hacernos todos fuertes sin hacer cosas extraordinarias. Lo iba colgando en instagram y cuando pasábamos por algún pueblo nos reconocían y nos preguntaban en qué podían ayudarnos. Ha sido una experiencia muy bonita, como una peregrinación, aunque no hemos llegado a Santiago, porque hemos ido hasta Llanes, pero ha sido de pensar, estar todos juntos y apoyarnos unos a otros.

¿Cómo llevan todo esto los niños?

Si mamá llora, todos lloramos, pero si mamá lucha por salir adelante, los niños están apoyando. Tienen sus momentos de debilidad como es natural. El otro día me llego uno diciendo que había estado toda la tarde llorando, pues –“mamá también el otro día se encerró en su habitación y lloró”. Es normal que tengan estos bajones, diciendo Señor no puedo más, no aguanto más…pero no pasa nada. En casa reímos mucho, cuando hay muchos niños hay mucha juerga. Hay una que es muy divertida que nos hace reír muchísimo, el otro que se enfada todo el día, la otra que es compradora compulsiva… Comemos todos juntos, las cenas son sagradas porque la mayoría comen en el colegio, hay mucha juerga en el día a día en casa. Yo creo que nos apoyamos unos a otros. Este domingo es mi cumpleaños y hemos montado un masterchef, cada día le toca cocinar a 2 niños, un mayor y un pequeño, y yo pienso…: saben que a todos nos encanta comer pues una hija mía ha hecho un librito, ha dicho a quien le toca cada día cocinar, hay un concurso, yo soy la que voto… puedes decir –“Qué horror, un cumpleaños de mamá sola” o vamos a celebrarlo durante una semana, antes y después, y entre todos cada uno pone su granito de arena para que mamá esté contenta, para que todos estemos bien. Luchando ante la adversidad.

¿Cómo eres capaz de de llevar tú sola a toda la familia? ¿No lloras cuando te ves sola? Echarás mucho de menos a tu marido, supongo que rezarás por él, no tanto por su salvación, sino porque necesitas su presencia o hablar con él…

Claro que sí me veo sola algunas veces porque a mitad de tu vida matrimonial, fallece tu marido… En casa teníamos divididas las tareas, aunque la educación era entre los dos, y ahora me tengo que meter en líos de bancos. Ten en cuenta que mi marido se fue al hospital y a los 15 días se moría y yo no tenía ni idea dónde estaban los papeles ni las cosas pero, como uno no es tonto, tienes que aprender. De todas formas no tengo tanto momentos de soledad porque no me da tiempo en el día a día, con las conferencias, viajes, eventos…tienes poco tiempo para pensar en ti misma.

Sí, sí, él está ahí presente.

¿Cómo afrontas el futuro?

La vida continúa, con halo de optimismo, y la vida “to be continued” y hay que mirar hacia delante y que los niños sean felices.