Crisis de Pareja

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Estamos ya en verano, muchos estaréis de vacaciones y es un tiempo en el que se convive más y surgen con más facilidad los roces, por eso comparto con vosotros este post del Instituto Coincidir que puede venir muy bien:

Llama la atención que, cuando hablamos de matrimonio, prácticamente el primer comentario que oímos es sobre dificultades, rupturas, crisis…. Por un lado, parece que somos bastante pesimistas en nuestra visión del matrimonio. Por otro, tal vez no tenemos muy claro qué son las crisis de pareja.

En las relaciones que nacen con intención de durar en el tiempo hay que saber de antemano que habrá momentos de crisis: son un elemento natural en estas relaciones que son “vivas”, que se van construyendo progresivamente, que van creciendo y “subiendo de nivel”.

Por eso, para establecer relaciones que “duran” necesitamos dos ingredientes:

1-    La voluntad de mantenerla en el tiempo: no basta con los buenos deseos o intenciones, hace falta algo más y ese algo más se concreta en el compromiso, la decisión, tomada de forma libre, de que nuestra relación sea duradera.

2-    La capacidad de hacer frente a las situaciones de crisis y superarlas: las crisis son momentos de crecimiento y maduración de una relación. Porque las relaciones pasan por varias fases: idealización, en la que sólo vemos los aspectos positivos; realismo, que puede vivirse también como momento de decepción: nos hacemos conscientes de los aspectos positivos y los menos positivos de la relación. Este paso es necesario en una relación madura, que no puede quedarse en una idealización perpetua; ese momento de crisis, de realismo, es el que nos lleva a ver y a valorar a la persona del otro por encima de sus cualidades y defectos y a ser conscientes del bien que supone esa persona, aún imperfecta, para nosotros; y nos lleva a la tercera fase: de elección,  querer a esa persona que conozco como realmente es. Para pasar por cada una de estas fases de la relación, hacemos un proceso continuo de maduración, acercamiento desde posiciones distintas, movernos hacia un encuentro.

Esto lo hacemos todos los días sin darnos cuenta. En algunos momentos, ante situaciones más difíciles, habrá que parar, plantear qué nos pasa que nos está fastidiando y nos encontramos distanciados, y tomar las medidas necesarias para salvar esa distancia. Es un proceso de acercar posiciones, de negociar qué pasos podemos dar para recuperar la cercanía y evitar la distancia entre nosotros porque, a pesar de que pueda haber cosas que no nos gustan, nos queremos por encima de todo.

María Alvarez de las Asturias

Instituto Coincidir

El artículo original puedes leerlo aquí: Crisis de pareja