La Subcomisión para la Juventud y la Infancia de la Conferencia Episcopal ha puesto en marcha en Málaga el curso #Despierta, una poderosa iniciativa diseñada para sacudir el anhelo evangelizador en la juventud. Liderado por Fran Ramírez, responsable de la Subcomisión, el programa busca transformar a los jóvenes creyentes en activos anunciadores de Jesucristo en sus propios entornos.
El curso, cuyo nombre evoca la necesidad de despertar el deseo de evangelizar que, según Ramírez, no solo es una necesidad juvenil, sino de toda la Iglesia, se dirige a aquellos que ya tienen a Cristo en su corazón. El mensaje es claro: la evangelización no es una actividad accesoria, sino el objetivo principal de la vida cristiana.
Ramírez insistió en que el principal imán para la juventud es el testimonio sincero. «La Iglesia necesita testigos», afirmó. Un joven que comparte con sus pares cómo Cristo ha llenado su vida, a pesar de sus problemas e inquietudes, tiene un poder de convocatoria superior a cualquier doctrina.
Frente al desafío del descenso de jóvenes en las parroquias, el director de la Subcomisión prefiere centrar el foco en la vitalidad de las comunidades renovadas y en eventos masivos como la Jornada Mundial de la Juventud. Sin embargo, alertó sobre el reto principal: asegurar el arraigo de estos jóvenes impactados en procesos formativos sólidos y comunidades parroquiales dinámicas, evitando que el encuentro inicial sea solo una experiencia fugaz.
Tras este impulso inicial, la Delegación diocesana de Juventud de Málaga tomará el relevo, conformando un equipo que creará herramientas y replicará el curso #Despierta en toda la diócesis. El objetivo final es convertir a la juventud en el fuego evangelizador que llegue a los corazones de quienes aún no conocen la propuesta de Cristo.
Fuente: Diócesis de Málaga
