Las películas tienen mucha más influencia en nuestra vida amorosa de lo que pensamos. Lejos de ser algo que nos ayude a crecer en el amor real y duradero, nos llevan más bien a normalizar un “amor” de uso (únicamente pasional), temporal, idealizado, problemático, egoísta, etc.
Y no queremos ahondar mucho en la película que citamos, que a nuestro parecer es entretenida. Solo que está muy alejada de hablar sobre un amor verdadero. En la primera película te muestran que es mejor quedarte con quien siempre te amó y te aceptó tal y como eras.
Luego, en la secuela, desaparecen a ese que era tu amor y lo cambian por uno que tiene fines egoístas y que busca hacerte un daño. ¡Claro! Entra la seducción, el coqueteo y termina enamorándose y arrepintiéndose. Así, no puede estar más alejado de una relación sana y verdadera.
La importancia de ser auténticos
Algo que sí queremos rescatar es la frase que le dice su madre a Mia: “desposarte es ser tu misma, cielo, pero con otra persona”. Ser uno mismo con otra persona, no parece ser cosa de otro mundo.
Entonces, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿por qué el 70% de los matrimonios hoy en día terminan en separación o divorcio? ¿No se supone que se conocían y, por eso, eligieron a esa persona para el resto de su vida?
¿Estamos siendo realmente nosotros mismos al conocer a alguien? ¿Somos honestos con lo que pensamos y sentimos? ¿O estamos procurando ser otra persona, aparentar para causar mejor impresión?
El matrimonio: ¡hasta que la muerte nos separe!
El tema aquí es que, es parte de nuestra naturaleza -y un modo de defensa- el mostrar la mejor versión de nosotros mismos que incluso puede convertirse en falsa. Si el matrimonio es la elección de una persona para toda la vida, en realidad no conocemos a esa persona porque no se ha mostrado tal cual es. Es decir, no estamos eligiendo a esa persona, sino la falsa imagen de ella. Aquí inician los problemas.
¿Qué hacer para ser uno mismo y para que tu pareja lo sea? A continuación, te dejamos algunos consejos que pueden funcionarte.
- Conócete bien antes de iniciar una relación
No podemos ser nosotros mismos con nuestra pareja, si ni siquiera lo somos con nuestros amigos. Muchas veces es por falta de autoestima o alguna herida de la infancia que nos hacen creer que si somos tal como somos nos rechazarán.
Ojo, no estamos diciendo “yo soy así y se aguantan”. Conocerse uno mismo también es reconocer en donde uno debe mejorar y poner acción. Solo sabiendo como somos podemos ser nosotros sin caretas.
- Hablen mucho, de verdad mucho y sobre todo de temas incómodos
No podemos ir en contra de nuestra naturaleza y en el enamoramiento saldrá lo mejor de nosotros. Es más, aumentan las virtudes que tenemos. Es una etapa muy bonita que no podemos saltarnos.
El vulnerarnos y hablar de los temas que incomodan pueden ayudarnos a tener un alcance más realista de quien es la otra persona y si realmente creemos que podemos compartir toda una vida con ella.
- Ten los ojos muy abiertos
El enamoramiento es ciego, por eso es que se recomienda el matrimonio pasando los dos primeros años de relación. Aunque no es regla, es un promedio de lo que puede durar el enamoramiento.
Solo pasando esta etapa es que empezamos a ver de verdad como es la otra persona. También, nos volvemos libres de decidir si es ella la persona con la que elijo compartir el resto de mi vida y más.
- Quédate donde realmente seas libre
No hay mayor ejemplo de Amor que el de Dios. Con Él no podemos ocultar nada de lo que somos: aquellos defectos que tanto nos apenan -y en ocasiones atormentan-. Ni podemos ocultar nuestras intenciones.
Para Él realmente somos nosotros mismos. Nos ama así, dándonos la libertad de ser quien somos.
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El amor verdadero es libre, te permite ser tu mismo sin sentirte juzgado y de hecho es uno de los puntos mas importantes al elegir tu pareja, que puedas sentirte con la confianza de abrir tu corazón, vulnerarte y ser tu. Trabajen en cada día ser más libres para que su elección sobre el matrimonio lo sea.
Fuente: Ama Fuerte







