La participación de Fátima Bosch, Miss México, en el certamen Miss Universo en Tailandia, ha trascendido la pasarela tras una valiente denuncia pública. La modelo de 25 años y originaria de Tabasco, se convirtió en noticia mundial al señalar al, presidente de Miss Grand International y directivo regional de Miss Universo, por haberla insultado. Bosch relató que el ejecutivo la llamó «tonta», le alzó la voz y le ordenó «callarse» frente a una audiencia.
Lejos de quebrantarse, Bosch ha reafirmado que su fuerza proviene de su profunda fe. La mexicana ha compartido cómo su relación con Dios ha guiado su trayectoria, incluso cuestionándose si un certamen de belleza era el lugar correcto para usar sus dones. Una señal que encontró en un podcast la convenció de seguir adelante.
Tras ganar la corona nacional en medio de un ambiente hostil, Fátima declaró que su propósito va más allá de la vanidad: «Dios sabe que yo no estoy acá por fama… Él sabe que yo tengo un propósito: llevar luz a los lugares donde ha habido oscuridad y dolor». Para la concursante, «No se trata de la corona en mi cabeza, sino de la voz que levanto con ella», un mensaje que resuena aún más potente tras su reciente confrontación. A Tailandia, Fátima Bosch viajó con la bandera de México y una imagen de la Virgen María como sus símbolos de fortaleza.
Fuente: Desde la Fe
