A un año de la devastadora DANA que golpeó la región valenciana, dejando un saldo trágico de 238 fallecidos e innumerables daños, el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ha destacado la ininterrumpida labor de la Iglesia en las zonas afectadas.
En declaraciones a ‘Ecclesia al día’, Benavent subrayó que, desde el primer momento, las parroquias se convirtieron en centros de acogida y distribución de productos de primera necesidad. Elogió la respuesta del voluntariado, incluyendo a personas de otras confesiones, destacando una lección de fraternidad más allá de las diferencias.
El arzobispo ha insistido en que, pese a una aparente normalización, el sufrimiento persiste. Por ello, la Iglesia «no se ha retirado». A través de Cáritas, la ayuda continúa, ofreciendo asistencia material, acogida humana y acompañamiento personal y espiritual. Cáritas Valencia, de hecho, ha distribuido más de treinta millones de euros en apoyo y mantiene un programa de actuación de dos años.
Consultado sobre la tragedia, Benavent afirmó que «la presencia de Dios se ha visto en la cercanía de tantas personas». Sin embargo, la nota discordante la puso al señalar a las administraciones públicas por la «falta de unidad», instando a pensar primero en las personas damnificadas.
Finalmente, el arzobispo agradeció la cercanía del Papa Francisco, quien se interesó personalmente por la situación y alentó a la diócesis a seguir con la «actitud de cercanía con los que sufren».
Fuente: Infocatólica
