El entrenador de los míticos Boston Celtics, Joe Mazzulla, no solo acapara titulares por el reciente campeonato de la NBA, sino por un deseo que trasciende las canchas: convertirse en diácono. En una reciente entrevista, el técnico sorprendió al confesar que acaba de ser elegible para este ministerio, un sueño que ha albergado durante mucho tiempo.
Conocido por sus referencias al Evangelio y su gigante rosario, enmarcó este nuevo objetivo en una profunda reflexión espiritual. Manifestó que ganar el título le resultó «más aterrador» que perder, pues teme caer en la codicia y convertirse en el «joven rico» que renuncia a su fe por los tesoros mundanos.
El entrenador atribuye su fortaleza a una infancia marcada por la fe y la guía de un sacerdote amigo. Enfatizó que el desafío personal más grande es creer «que lo que Dios dice sobre ti es verdad», una verdad que debe primar sobre cualquier identidad terrenal, incluido el baloncesto.
Mazzulla aplica su fe a su vida diaria y familiar, asistiendo a Misa con su esposa y rezando el Rosario con cuentas hechas con madera del antiguo parquet de los Celtics antes de cada partido. «A lo largo de la temporada”, dijo, su esposa suele viajar con él, «porque creo que es importante trabajar en tu matrimonio tanto como en tu entrenamiento. Durante los playoffs, ella está en cada partido», y asisten juntos a misa diaria.
Fuente: Religión en Libertad
