La revista Omnes ha entrevistado a un miembro de nuestro equipo, Manu García, para hablar de nuestro proyecto que pretende acercar la fe a los jóvenes.
En la era de las pantallas y los algoritmos, la fe ha encontrado un nuevo campo de batalla y de esperanza. Manu García, un diseñador gráfico y profesor de 45 años, no buscó la fe en una conversión tardía, sino que la heredó en su hogar, y ahora la cultiva en el universo digital. Desde el inicio de la pandemia, su trabajo se ha convertido en una herramienta para llegar a las almas.
Con un enfoque sencillo y práctico, Manu cofundó RezarHoy, un pódcast de meditaciones diarias de 6 a 7 minutos, diseñado para ofrecer una dosis de alimento espiritual a los jóvenes que se sentían solos en casa durante el confinamiento. El éxito fue inmediato, y poco después, el pódcast se integró en la plataforma Jóvenes Católicos.
Lo que comenzó como una iniciativa modesta es ahora un faro de fe con más de 500,000 seguidores en todas las redes sociales, y un arsenal de recursos para que los jóvenes puedan nutrir su espiritualidad. El impacto de su trabajo no se mide en números, sino en historias de vida.
Manu relata con asombro cómo los audios de RezarHoy ayudaron a una joven a recuperarse de la anorexia, y cómo a otra chica le dieron la fuerza para no abortar. En su trabajo, la fe se entrelaza con la realidad de la vida cotidiana.
Detrás de este proyecto hay una vasta red de más de 200 sacerdotes, seminaristas y laicos de todo el mundo que ofrecen su ayuda desinteresada. Esta colaboración enriquece el contenido de Jóvenes Católicos, adaptándolo a las distintas culturas y realidades de los jóvenes.
La labor de todo el equipo es una prueba de que las redes sociales pueden ser un lugar de encuentro con Cristo. Su trabajo es una llamada urgente a la Iglesia para dejar de lado los miedos y atreverse a llevar la fe a donde hoy habitan los jóvenes: las redes.