Los católicos de la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza vivieron una «gran alegría» con la llamada del Papa León XIV al párroco, el padre Gabriel Romanelli. Este contacto telefónico, confirmado por el propio sacerdote en sus redes sociales y en un vídeo posterior, se produjo después de que el Pontífice, al salir de su residencia en Castel Gandolfo, expresara su preocupación por no poder comunicarse con la parroquia.
Romanelli relató que no pudo responder a la primera llamada del Papa porque se encontraba en medio de una solemne celebración litúrgica, durante la cual una pareja de la comunidad contrajo matrimonio. Tras la Misa, el sacerdote pudo devolver la llamada. «Nos preguntó cómo estábamos y cómo era la situación», dijo Romanelli, añadiendo que el Santo Padre les envió su «bendición» y oró por ellos y por la paz.
La parroquia, que ya había sido blanco de un ataque israelí en julio, continúa albergando a unos 450 refugiados, entre ellos «ancianos, enfermos y niños». A pesar de la orden de evacuación emitida por Israel, la mayoría de los residentes de Gaza se resisten a marcharse, argumentando que «en todas partes hay peligro, hay bombardeos, hay un riesgo real».
En medio del dolor y la incertidumbre, la comunidad parroquial encontró otro motivo de esperanza con el nacimiento de un bebé, al que llamaron Marcos. «Dios nos bendice siempre. Y en estos momentos tan difíciles sigue mostrándonos su cercanía y su bendición», afirmó Romanelli. El sacerdote concluyó haciendo una llamada a la oración por la paz.
Fuente: Vatican News