La Asociación Civil de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla del Monte ha emprendido un ambicioso proyecto para erigir el que se postula como el monumento al Sagrado Corazón de Jesús más grande del mundo. Esta iniciativa escultórico-arquitectónica, que superará en tamaño al Cristo Protector de Encantado (Brasil), alcanzará los 37 metros de altura y una envergadura de 60 metros, concebida como un espacio inmersivo y accesible al público, fomentando la reflexión, la experiencia sensorial y el diálogo espiritual.
El proyecto, que obtuvo la aprobación unánime del Pleno municipal en noviembre de 2019, se ubicará en una parcela municipal estratégicamente situada entre la M-50, la Ciudad Financiera y la M-501. Sus impulsores aspiran a consolidarlo no solo como un referente local y nacional, sino también como un polo de atracción internacional debido a su singularidad artística y profunda dimensión simbólica. Se prevé que, una vez finalizado, el monumento sea sede de diversas actividades culturales, visitas educativas y experiencias guiadas.
El presupuesto estimado para esta obra asciende a 16 millones de euros, los cuales serán financiados exclusivamente mediante donaciones particulares, tanto nacionales como internacionales. La construcción se ha estructurado en tres fases: diseño y anteproyecto (135.000 euros), desarrollo arquitectónico completo y campaña internacional de financiación (5 millones de euros), y finalmente, la ejecución de la obra, paisajismo y urbanización del entorno (casi 12 millones de euros). Hasta la fecha, se han recaudado más de 94.000 euros a través de suscripciones populares, y se espera que la recaudación permita que el Cristo sea una realidad para el año 2030.
La estructura combinará hormigón armado y fibra de carbono, integrando elementos de arte contemporáneo, ciencia y tecnología. Un aspecto innovador será un gran corazón central de 2,5 metros de diámetro, accesible al visitante, que ofrecerá una experiencia multisensorial mediante sonidos sincronizados con un latido, luz, aromas y texturas.
El diseño también contempla una interacción dinámica con la luz solar: el primer rayo del sol cada mañana atravesará una abertura, y múltiples perforaciones simularán heridas que se transformarán en haces de luz, provocando el descenso mecánico del corazón. El rostro de la escultura será una reproducción tridimensional basada en el análisis forense del Sudario de Turín, desarrollada por un equipo técnico-científico en colaboración con el escultor Javier Viver, quien ha donado la autoría artística del proyecto.
Fuente: Madridiario