La Basílica de la Sagrada Familia acogió este sábado una multitudinaria adoración eucarística para adolescentes y jóvenes, organizada por Life Teen España junto a las delegaciones de juventud de las diócesis de Barcelona y Terrassa. La celebración reunió a más de 2.000 participantes procedentes de hasta 20 diócesis españolas y de diversos países, entre ellos España, Estados Unidos, Reino Unido, Polonia, Alemania y Eslovenia.
El evento, enmarcado dentro de las actividades del método catequético Life Teen, que este año celebra sus 40 años de misión, combinó catequesis, música, testimonio y un largo tiempo de adoración eucarística en uno de los templos más emblemáticos del mundo.
El cardenal Omella presidió y acompañó con sus palabras
Durante la celebración, el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, dirigió unas palabras a los jóvenes y al equipo de Life Teen, felicitando al movimiento por sus 40 años de vida. Destacó que “esta noche ha sido un gran testimonio de ser Iglesia”, subrayando que “Life Teen existe, igual que la Iglesia, para evangelizar”.
Una catequesis centrada en la identidad, la belleza y la adoración
La catequesis inicial invitó a los jóvenes a abrir el corazón a la acción de Dios. A cargo de Ali Blázquez, coordinadora del campamento de verano de Life Teen, aprovecho para recordar que ningún error puede disminuir el amor de Dios por cada persona, y que la identidad de los cristianos se fundamenta en ser hijos amados de Dios.
La reflexión continuó profundizando en la figura de Antoni Gaudí, cuya obra y espiritualidad inspiraron la catequesis. Se recordó su frase «Mi cliente no tiene prisa», su vida de oración y su visión de la belleza como reflejo del Creador. “Gaudí nos enseña cómo es una vida de adoración”, se explicó, destacando que la Sagrada Familia está construida como una alabanza en piedra que orienta a Dios.
El mensaje preparó al gran momento de la noche: la adoración eucarística, presentada como el encuentro “cara a cara con Jesús”. A través de historias, enseñanzas y canciones, se invitó a los jóvenes a confiar sus preocupaciones a Dios, a centrar la mirada en Él y a descubrir que la oración
de alabanza libera, renueva y orienta el corazón.
Una noche de fe, belleza y unidad eclesial
La adoración, acompañada de cantos y momentos de silencio profundo, convirtió la Basílica en un espacio de intensa oración común. Muchos de los jóvenes vivían por primera vez una experiencia de este tipo en un templo de tal magnitud artística y espiritual.
La organización destacó el carácter internacional, eclesial y misionero de la convocatoria, subrayando la importancia de ofrecer espacios donde los adolescentes y jóvenes puedan encontrar a Cristo de manera personal, acompañados por la Iglesia.
Con este encuentro, Life Teen quiere crear puentes para seguir ayudando y colaborando con la pastoral parroquial y diocesana. Próximamente se anunciará otra fecha y lugar para 2026.
Una tarde de actividades y comunidad previa al evento
Además de la adoración, durante la tarde se organizó un espacio de actividades y convivencia en el colegio Maristas de Barcelona, que reunió a más de 700 adolescentes. Esta previa tuvo como objetivo crear un ambiente de diversión y encuentro, donde los jóvenes pudieron compartir en pequeños grupos, conocer a adolescentes de otras parroquias y realidades, y permitir a los catequistas tener un espacio más cercano para acompañarlos y conocer sus inquietudes. Este tiempo de comunidad preparó a los participantes para la experiencia espiritual que vivirían más tarde en la Sagrada Familia.
