Barcelona de ha convertido en el epicentro de la arquitectura global. El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia ha superado un hito histórico al convertirse oficialmente en la iglesia más alta del mundo, destronando a la alemana Iglesia Mayor de Ulm, que mantuvo el récord desde el siglo XIX con sus 161,53 metros.
Este logro se materializó con la instalación del primer tramo de la cruz que coronará la Torre de Jesucristo, el punto cúspide de la basílica. La pieza, un complejo elemento de más de 7 metros de altura y 24 toneladas de peso, fue ensamblada sobre una plataforma técnica a 54 metros del suelo.
La Fundación Constructora celebró este «gran momento» que simboliza el corazón teológico y artístico del sueño de Antoni Gaudí. Una vez terminada, la cruz alcanzará una altura total de 17 metros, elevando el templo a 172 metros sobre el nivel del mar, en un claro homenaje a la visión de su arquitecto.
Iniciada en 1882 y asumida por Gaudí en 1883, la obra ha avanzado durante más de 140 años financiada exclusivamente por donativos. Con Gaudí declarado venerable por el Papa Francisco en abril de 2025, el impulso final es firme: la Sagrada Familia aspira a culminar sus obras antes de finalizar esta década, sellando un compromiso intergeneracional de fe y belleza.
Fuente; EWTN







