En el 60.º aniversario de la declaración conciliar Gravissimum educationis, el Papa León XIV ha publicado la Carta Apostólica «Diseñar nuevos mapas de esperanza». El documento, de profundo calado, reafirma que la educación católica no es una actividad marginal, sino la «trama misma de la evangelización», un gesto concreto donde la fe se convierte en cultura y relación.
A través de un prólogo y nueve títulos, el Pontífice traza un recorrido por la «historia del Espíritu en acción» en la educación, volviendo a la «brújula de Gravissimum educationis»: el derecho universal a la educación y la familia como primera escuela de humanidad.
La Carta contiene una advertencia firme contra la reducción utilitarista, al señalar que la persona «no es un ‘perfil de competencias’, no se reduce a un algoritmo predecible, sino que es un rostro, una historia, una vocación». La educación debe ser integral, enfocada en el «aprendizaje de virtudes» para formar hombres y mujeres «más libres» y capaces de dar testimonio.
Destaca además la centralidad de la persona en la educación: “La educación no es solo transmisión de contenidos, sino aprendizaje de virtudes. Se forman ciudadanos capaces de servir y creyentes capaces de dar testimonio, hombres y mujeres más libres, que ya no están solos”.
Ante los desafíos digitales, León XIV insiste en que la tecnología debe «estar al servicio de las personas, no sustituirlas». Llama a la «creatividad pastoral» para habitar estos «nuevos espacios», fortaleciendo la formación digital de los docentes, promoviendo la didáctica activa y evitando la «tecnofobia».
Finalmente, el documento retoma la «estrella polar del Pacto Educativo» de su predecesor, el Papa Francisco, como una «herencia profética» para educar en la fraternidad universal. El Papa León XIV exhorta a las comunidades educativas a «desarmar las palabras, levantar la mirada, custodiar el corazón», concluyendo con un llamamiento a ser «coreógrafos de la esperanza» e «investigadores incansables de la sabiduría» para trazar, juntos, «nuevos mapas de esperanza».
Fuente Vatican News







