Dos sacerdotes y un diácono de la Asociación Pública de Fieles Lumen Dei, incardinados en la Diócesis de Oviedo, han partido a fundar una nueva misión en el apartado estado de Guerrero, México. El envío, que marca un regreso al espíritu fundacional de la asociación, fue respaldado por el propio Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, Superior de Lumen Dei.
La nueva sede se asienta en el pueblo de San Pedro el Viejo, dentro del distrito de Cochoapa el Grande y la Diócesis de Tlapa. El P. Dionisio Serrano Pascual, Superior de la comunidad en Avilés, explicó que la misión surgió como respuesta a una petición de ayuda para la parroquia de Arroyo Prieto, una jurisdicción con unos 90 pueblos dispersos y de difícil acceso.
Los misioneros enfrentan un reto considerable, pues deben comenzar la evangelización «prácticamente desde cero». El abandono, la accidentada geografía y la delincuencia no son los únicos obstáculos. En San Pedro el Viejo, el 95% de la población no habla castellano, sino mixteco, lo que complica la comunicación y el trabajo pastoral.
Lumen Dei, fundada por el jesuita Rodrigo Molina en los 60 y con la aprobación de la Santa Sede, retoma así su vocación original de servicio a los más pobres. Mientras en Oviedo sus sacerdotes atienden parroquias y hospitales, ahora extienden su labor a esta zona de la México profunda, donde el idioma y el aislamiento exigen un esfuerzo heroico.
Fuente: Iglesia de Asturias