Alba Arlandi se ha convertido en la graduada número 143 en la historia del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Pablo, tras finalizar el Grado en Ciencias Religiosas en el curso 2024-2025. Su historia es un testimonio de cómo la fe y la razón pueden complementarse, llevando a una vocación clara: la educación.
Arlandi, cuya inquietud por la fe nació tras su Primera Comunión, encontró en los Misioneros de la Esperanza (MIES) una forma dinámica y juvenil de vivir su creencia. Sin embargo, su deseo de ir más allá de la experiencia personal la impulsó a buscar la formación teológica. «Sentí que formarme en Teología era una forma de darle forma a esa inquietud», afirma.
Para ella, el mayor valor de estos estudios reside en las personas que ha encontrado: profesores y compañeros que la han enriquecido intelectual y espiritualmente. La Teología, asegura, le ha proporcionado herramientas para profundizar, preguntarse y, al mismo tiempo, aprender a vivir con el misterio.
El Centro de Teología, ubicado en la Abadía de Santa Ana, es descrito por Arlandi como un lugar acogedor y lleno de historia, pero su verdadera riqueza, insiste, es el ambiente humano.
Con la vista puesta en el futuro, Alba tiene un objetivo claro: dar clases de Religión a jóvenes. Quiere mostrarles un rostro de Cristo cercano y actual, utilizando métodos innovadores que conecten con su realidad. Su mensaje a futuros estudiantes es claro: «Si alguna vez has sentido esa inquietud… no la ignores. Estudiar Teología… es para cualquier persona que quiera profundizar, crecer y entender».
«Lo mejor es que, más allá de los libros, estos estudios te transforman por dentro. Así que, si lo estás pensando, da el paso. Dios habla también a través del estudio«, afirma Alba
Fuente:Diócesis de Málaga