Javier Sartorius, el aristócrata que lo dejó todo por Cristo

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La vida de Javier Sartorius Milans del Bosch parecía escrita de antemano. Nacido en una familia de la alta sociedad madrileña, era una promesa del tenis y su futuro estaba destinado a los negocios y el éxito. Sin embargo, este joven extrovertido, que compartió una juventud “desenfrenada” junto a su hermano Fernando, dio un giro radical a su vida que lo llevó a dejarlo todo por la fe.

Después de una adolescencia marcada por la rebeldía y las expulsiones de varios colegios, su padre les dio a Javier y Fernando dos billetes a Estados Unidos. Con solo 17 y 18 años, se marcharon con una beca de tenis. Allí triunfaron, se convirtieron en entrenadores de estrellas de Hollywood y hasta en los mejores vendedores de aspiradoras. Pero, a pesar de su éxito, su vida era «salvaje» y espiritualmente vacía.

Fue en ese momento de búsqueda que Javier sintió una inquietud. Un sencillo folleto con la imagen de unos niños pobres de Cuzco, Perú, cambió su destino para siempre. A los 26 años, en la cúspide de su éxito profesional y personal, Javier tomó una decisión que dejó a todos perplejos: viajó a Perú para ayudar a los necesitados. Allí, lejos del mundo de privilegios, tuvo una “conversión brutal”. Su primo William, testigo de ese cambio, cuenta que Javier, tras leer la Biblia y las vidas de los santos, se confesó durante dos días. Había encontrado su propósito y su vida no volvería a ser la misma.

De regreso a España, Javier se dedicó por completo a la vida contemplativa. Viviendo en un santuario en ruinas en Lérida (el Santuario de Lord), se entregó a la oración con una radicalidad que sorprendió a su familia y amigos. Como un “atleta del espíritu”, encontró la felicidad en el desapego, demostrando que había abandonado por completo sus antiguos apegos materiales.

Poco antes de ser ordenado sacerdote, una enfermedad le presentó una última cruz. Con una úlcera sangrante en el intestino, Javier llevó su dolor con una paz y obediencia que asombró a quienes le cuidaban. Falleció a los 45 años en un monasterio, dejando un ejemplo de vida tan profundo que hoy se encuentra en proceso de beatificación. La historia de Javier Sartorius es un testimonio de que la verdadera felicidad no se encuentra en el éxito material, sino en la entrega total a la fe y al prójimo.

Entrevista a su primo William 👇🏻

En unos días se estrena el documental Solo Javier con el respaldo de la comunidad de Lord y de la Asociación Pro Beatificación de Javier Sartorius, se muestra la vida y experiencia espiritual de Javier.

Fuente: Aciprensa