En un mundo sacudido por la guerra, 1,200 estudiantes de 12 países europeos, junto a delegaciones de África, Latinoamérica y Asia, se dieron cita en la capital italiana para el encuentro internacional «Global Friendship.» En el marco del Año del Jubileo de la Esperanza, estos jóvenes alzaron sus voces en un diálogo sobre paz, solidaridad y el Evangelio, dejando claro que la amistad es el camino más efectivo para sanar un mundo fracturado.
Organizado por el movimiento Sant’Egidio, el evento se sintió especialmente urgente. La guerra en Gaza, Ucrania y Sudán fue un sombrío telón de fondo, pero no impidió que la esperanza floreciera. La presencia de más de 130 jóvenes ucranianos, que compartieron su crudo testimonio de lucha y fe, fue uno de los momentos más emotivos. Su participación, según Carlos Busto de Sant’Egidio Madrid, fue una demostración de que la solidaridad puede abrirse camino incluso en medio de la devastación.
El programa incluyó asambleas, un flashmob por la paz en el Panteón con testimonios de jóvenes de Gaza y Ucrania, y un significativo paso por la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Los jóvenes encontraron inspiración en la figura del beato Floribert Bwana Chui, un joven que fue asesinado por oponerse a la corrupción.
El encuentro, más que un evento, se ha definido como un camino. Concluyó con una liturgia festiva en la Plaza de Santa María in Trastevere, un símbolo de que la paz no es un sueño lejano, sino una realidad que se construye, día a día, a través de la fraternidad.
Fuente: Archidiócesis de Madrid
