La icónica supermodelo alemana de los años noventa, Nadja Auermann, reveló en una reciente entrevista para la edición alemana de Vogue su decisión de bautizarse en la Iglesia Católica en 2020, a sus 54 años. Pese a crecer en un entorno familiar poco inclinado a la religión, Auermann siempre se consideró una persona profundamente espiritual, concibiendo la belleza como una manifestación divina del amor.
La chispa de su conversión surgió del deseo de su hija de ocho años de recibir el bautismo. Aunque su marido es católico y ella había tenido una formación evangélica, la modelo albergaba ciertas reservas hacia la Iglesia Católica debido a los escándalos. Aun así, accedió a acompañar a su hija a Misa, con la idea de discernir si esta fe era la adecuada.
Fue durante estas asistencias a la liturgia cuando Auermann experimentó un giro inesperado. Notó que las homilías y las canciones a menudo resonaban directamente con sus vivencias y emociones, conmoviéndola hasta las lágrimas casi todos los domingos. Esta conexión espiritual fue clave.
La atemporalidad de la espiritualidad católica, que ha mantenido su esencia por más de dos milenios, fue un factor decisivo. Auermann resalta la belleza de esta tradición y, en declaraciones a Bild, subraya cómo la fe de Cristo en la dignidad humana la impacta profundamente. Además, valora la capacidad de su sacerdote para conectar las Escrituras con la vida actual, brindándole consuelo al sentir que sus inquietudes son compartidas por la comunidad. Su bautismo, así, simboliza la culminación de una búsqueda espiritual personal.
Fuente: Religión en Libertad
